Al menos 78 mineros han sido hallados muertos y más de 160 sobrevivientes rescatados tras quedar atrapados en una mina de oro abandonada cerca de Stilfontein, al suroeste de Johannesburgo. El desastre ha desatado fuertes críticas hacia el gobierno sudafricano por sus tácticas para enfrentar la minería ilegal.
Se estima que cientos de mineros aún permanecen bajo tierra en la mina Buffelsfontein, de 2.5 kilómetros de profundidad, donde grupos cívicos denunciaron que las autoridades cortaron el suministro de alimentos y retiraron equipos de acceso, empeorando la situación. Tras meses de presión, un tribunal ordenó el inicio de una operación de rescate el lunes, liderada por voluntarios de la comunidad debido a los riesgos extremos en los túneles.
El gobierno ha defendido su postura argumentando que los mineros tenían una ruta alternativa para salir, aunque activistas señalaron que esa travesía subterránea era peligrosa y lenta, especialmente para aquellos debilitados por la falta de alimentos y agua desde julio.
El rescate, que avanza con lentitud debido a las condiciones extremas, podría tardar 10 días. Mientras tanto, la cifra de fallecidos podría aumentar, en un hecho que evidencia la crisis de la minería ilegal en el país.