Oaxaca enfrenta una de las situaciones más críticas del país por la presencia del gusano barrenador, al acumular mil 495 casos confirmados, con focos de contagio concentrados en el Istmo de Tehuantepec, la Cuenca del Papaloapan y la Costa. Productores de estas regiones reportan afectaciones constantes en su ganado, especialmente en animales destinados a la producción de leche, lo que ha complicado la actividad ganadera y elevado los costos de atención.
En La Ventosa, Juchitán, el ganadero Alex Betanzos detectó recientemente dos nuevos casos en su hato. Explicó que basta una sola herida para que la mosca de la plaga deposite sus larvas, provocando infecciones severas en cuestión de horas. Detalló que la semana pasada atendió una lesión en la pata de una vaca y que aplicó los medicamentos recomendados para contener la infestación. Debido a la rapidez con la que avanza la plaga, aseguró que revisa a diario a sus animales, porque “con una herida nada más que haya, ya la mosca se presenta y pega sus larvas”.
La confirmación de más contagios ha complicado la producción de leche, ya que el tratamiento obliga a separar a las vacas afectadas, aplicar medicamentos y mantener vigilancia continua. Según el productor, esto provoca una reducción en los litros generados y un incremento en los gastos, pues “a veces cortan la leche de la vaca” y deben invertir en larvicidas para estabilizarla.
Otro reto para los ganaderos del Istmo es la escasez de personal certificado para emitir constancias de tratamiento contra el gusano barrenador. Debido a esta falta de especialistas, Betanzos relató que en una ocasión tuvo que atender un caso con apoyo de médicos conocidos, cubriendo él mismo los costos de los medicamentos, que suelen ser elevados.
Como parte de las medidas oficiales para contener la plaga, se instaló un punto de inspección en la zona oriente del Istmo, donde se revisa el ganado procedente de Chiapas para asegurarse de que no presente heridas. De acuerdo con Jesús Castellanos, responsable del módulo, el objetivo es revisar “todo el ganado, que no lleven heridas para moverse”.
Pese a que las autoridades han reforzado las capacitaciones y el acceso a servicios veterinarios gratuitos, los casos continúan apareciendo, principalmente en el Istmo de Tehuantepec. Ante la persistencia del problema, los productores mantienen vigilancia diaria para evitar nuevas infecciones y proteger la salud de sus animales.