La ola de violencia que ha azotado Sinaloa en las últimas semanas ha dejado una profunda huella en el estado, no solo en términos de vidas humanas, sino también en la economía local. De acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), las pérdidas económicas ascienden a más de 800 millones de pesos.
Las cifras son alarmantes. Al menos 155 personas han perdido la vida en enfrentamientos y hechos violentos relacionados con el crimen organizado. Además, se han registrado numerosos casos de secuestro, extorsión y despojos de vehículos, lo que ha generado un clima de inseguridad que ha afectado severamente la actividad económica.
«La violencia está asfixiando a Sinaloa. Las empresas están cerrando, el turismo se ha desplomado y la confianza de los inversionistas se ha erosionado», señaló la COPARMEX. La organización empresarial ha pedido a las autoridades a redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad de la población.
Los sectores más afectados por la violencia son el comercio, la industria y los servicios. Numerosos negocios han tenido que cerrar sus puertas debido a las extorsiones y los ataques armados. Además, la cancelación de eventos y la disminución del flujo turístico han golpeado duramente la economía local.
Ante esta situación, diversas organizaciones de la sociedad civil y sectores productivos han exigido a los gobiernos federal y estatal implementar acciones concretas para combatir la violencia y garantizar la seguridad de los sinaloenses.