Este 10 de enero, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró que el territorio ecuatoriano se encuentra en un «conflicto armado interno» que disparó la violencia en el país. De acuerdo a analistas de la BBC, el conflicto de Ecuador es resultado de tres hechos:
1. Poder de las bandas
Durante los últimos tres años, los indices de violencia en Ecuador se agravaron, como ejemplo, en el 2023 se rompió el récord de homicidios con 7, 878, de estos solo se resolvieron 584. En el país operan 20 bandas criminales, algunas se dedican al procesamiento y distribución de droga.
En agosto de 2023, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado por sicarios a sueldo, el crimen aún no se esclarece, pero se le vincula con el auge de estas bandas. “Este y otros crímenes son para ponerle condiciones al poder político y demostrar que desde hace algún tiempo, en buena medida, las bandas son quienes tienen el control en el país”, le explica el analista político ecuatoriano Andrés Chiriboga.
Se ha comprobado que el narco ha comprado la impunidad y causó una gran corrupción en las instituciones de Eduador. A mediados de diciembre, la fiscalía del país lanzó una megaoperación contra la corrupción y el narcotráfico, le llamó Operativo Metástasis y ayudó a que se arrestara a 29 personas, entre ellos se encuentran jueces, fiscales, policías, abogados y sujetos relacionados con el crimen organizado.
2. La reacción a la presidencia de Noboa
Daniel Noboa llegó al poder el pasado 23 de noviembre, ese puesto lo ganó gracias a su campaña basada en propuestas para mejorar la seguridad y la economía de Ecuador. El presidente expresó la semana pasada su intención de convocar un referéndum para que los votantes legitimen la imposición de medidas de seguridad más estrictas, esta propuesta provocó que las bandas respondieran.
“Las mafias vinculadas al narco han reaccionado para mostrar que están en capacidad de ponerle un cerco a la democracia”, afirma Chiriboga.
3. Ecuador como puente del narcotrafico
El Departamento de Seguridad de Estado de EE.UU. calculó en 2019 que un tercio de la cocaína de Colombia pasa por Ecuador antes de dirigirse a Norteamérica y Europa, además de también ser puente para las drogas creadas en Peru.
