La chimenea de la Capilla Sixtina volvió a expulsar humo negro, confirmando que la segunda votación del cónclave papal concluyó sin que los cardenales electores lograran el consenso necesario para elegir al nuevo Papa.
La Plaza de San Pedro, dejó escapar un suspiro de inquietud al teñirse el cielo con la señal negativa. Este segundo humo negro extiende la incógnita sobre quién tomará las riendas de la Iglesia Católica. Los cardenales continúan su encierro vaticano en busca de ese nombre que alcance la mayoría calificada de dos tercios.
Ayer, la primera fumata también había sido negra, presagiando ya un proceso de elección que podría tomar más tiempo del esperado.
Los cardenales regresarán en las próximas horas a la Capilla Sixtina para intentar nuevamente alcanzar un acuerdo. La mirada del mundo sigue fija en el Vaticano, en espera de la ansiada columna blanca que anuncie: Habemus Papam.
