La Laguna de Champayan, un vital recurso hídrico alimentado por los ríos Pánuco y Tamesí, enfrenta una sequía histórica que ha reducido su nivel de agua a solo el 20% en algunas áreas. Este fenómeno ha transformado el paisaje en un desolador escenario de lodo seco, generando preocupación entre los residentes de la zona.
La Laguna de Champayan solía ser un sustento crucial para la comunidad local, apoyando actividades económicas como la pesca y el turismo. Sin embargo, la severa reducción del nivel del agua este año ha impactado gravemente estas actividades, afectando también las tareas cotidianas de los habitantes. Muchos negocios han tenido que cerrar sus puertas debido a la falta de productos para comercializar.
Ante esta situación crítica, el gobernador de Tamaulipas ha solicitado a la Secretaría de Gobernación que declare la zona sur del estado en emergencia, buscando obtener recursos y apoyo para mitigar los efectos devastadores de la sequía.
La comunidad de Altamira espera que esta medida permita implementar acciones inmediatas para enfrentar la crisis hídrica, preservar los medios de vida locales y asegurar el acceso al agua para las actividades básicas del día a día.