La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, defendió la actuación del Ejército tras un operativo en Sinaloa que resultó en la muerte de 19 personas, en medio de una ola de violencia derivada de una pugna interna del narcotráfico en el estado. La mandataria aseguró que los militares «respondieron dentro del marco de la ley» durante la operación, la cual culminó con la captura de Edwin Antonio “N”, alias El Max, supuesto líder de una célula criminal vinculada a la facción de Ismael «Mayo» Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa.
En su conferencia matutina, Sheinbaum afirmó que la intervención del Ejército fue en respuesta a una agresión directa de los criminales. “Fue una detención en donde hubo agresión a las Fuerzas Armadas y, en este caso, respondieron. Cuando las Fuerzas Armadas, sea Guardia Nacional, sea Marina, sea Ejército, son agredidas, entonces, dentro del marco de la ley, ellos tienen derecho a responder en el marco de la defensa propia”, explicó la mandataria.
El operativo, reportado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el pasado martes, ha sido objeto de controversia debido a la escalada de violencia en Sinaloa, que ha registrado más de 200 homicidios desde el 9 de septiembre. La violencia se intensificó tras la supuesta entrega de Ismael Zambada García, líder histórico del Cártel de Sinaloa, a las autoridades estadounidenses por Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
El arresto de «El Max» ha sido visto como un golpe significativo a una de las facciones en pugna dentro del cártel, pero también ha generado críticas sobre el papel del Ejército en la seguridad pública, especialmente por el uso de la fuerza letal durante los enfrentamientos.
Este operativo se suma a una serie de polémicas relacionadas con la creciente participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública durante el primer mes de la administración de Sheinbaum, quien asumió la Presidencia el pasado 1 de octubre. A principios de mes, se registraron incidentes en los que militares mataron a migrantes en Chiapas, así como a una niña y una enfermera en Tamaulipas.
Estas acciones han suscitado críticas de organizaciones de derechos humanos y sectores de la sociedad civil, preocupados por el uso excesivo de la fuerza por parte del Ejército y la Guardia Nacional en operativos contra el crimen organizado. La controversia se intensificó esta semana cuando se reveló un video que muestra a elementos de estas corporaciones casi matando a un joven inocente en Sinaloa, lo que cuestiona la actuación de las Fuerzas Armadas en el marco de los derechos humanos.
A pesar de las críticas, Sheinbaum Pardo reiteró que las Fuerzas Armadas actúan con apego a los derechos humanos y bajo la premisa de evitar enfrentamientos innecesarios. “La instrucción que hemos dado, y es la política y es la estrategia del Gabinete de Seguridad, es que no haya enfrentamientos, no vamos a regresar a la ‘guerra contra el narco’, no es llegar en un marco fuera de los derechos de los humanos y de la ley a agredir para matar a una persona”, señaló la presidenta.
Sheinbaum insistió en que, aunque el combate al narcotráfico es una prioridad, su administración no seguirá el modelo de confrontación directa que caracterizó a gobiernos anteriores. En este sentido, la mandataria subrayó que los operativos, como el de Sinaloa, se realizan con base en inteligencia y respetando los protocolos de defensa propia cuando las Fuerzas Armadas son atacadas.
Ante la gravedad de los hechos y la utilización de explosivos en el ataque, Sheinbaum confirmó que la Fiscalía General de la República (FGR) tomará el control de las investigaciones. Aunque se ha logrado la detención de uno de los líderes criminales en Sinaloa, el gobierno federal y las Fuerzas Armadas continúan trabajando para desarticular las redes del crimen organizado que operan en la región.
