La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó una reunión con su gabinete en Palacio Nacional la noche del viernes, apenas unas horas antes de que entraran en vigor los aranceles impuestos por Estados Unidos a diversos productos mexicanos.
La medida arancelaria, anunciada por el presidente estadounidense Donald Trump, busca presionar a México para que tome acciones más contundentes contra el flujo migratorio y el tráfico de fentanilo.
Al encuentro, que se prolongó por aproximadamente dos horas, acudieron figuras clave del gobierno mexicano, como el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y el director para América del Norte de la SRE, Roberto Velasco. También estuvieron presentes los titulares de Gobernación, Economía, Hacienda, Medio Ambiente y la coordinadora del consejo asesor empresarial.
Pese a la gravedad de la situación, la presidenta Sheinbaum aseguró contar con un plan de contingencia para enfrentar los posibles impactos económicos y comerciales derivados de los aranceles. «Tenemos plan A, plan B y plan C para lo que decida el Gobierno de Estados Unidos», afirmó la mandataria.
Sin embargo, Sheinbaum enfatizó la importancia de mantener el diálogo con Estados Unidos y buscar una solución negociada al conflicto. «Siempre vamos a mantener el diálogo, es fundamental en la relación entre México y el Gobierno de los Estados Unidos», aseguró.
La reunión de gabinete se llevó a cabo en un clima de alta tensión, ya que los aranceles estadounidenses representan una amenaza significativa para la economía mexicana. Analistas económicos advierten sobre posibles efectos inflacionarios y una desaceleración del crecimiento económico.
