La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha expresado su firme deseo de que las autoridades estadounidenses se abstengan de realizar operativos migratorios o acciones que puedan afectar a la comunidad mexicana en Estados Unidos, particularmente durante eventos de alta visibilidad como el próximo partido de la selección de fútbol de México en Los Ángeles.
La preocupación de Sheinbaum surge en un momento de tensión, luego de recientes protestas en la ciudad californiana, motivadas por redadas migratorias llevadas a cabo por la administración del presidente Donald Trump con el objetivo de detener a inmigrantes indocumentados. La futura mandataria mexicana ha sido enfática en su condena a estas acciones.
«No se puede tratar a nuestros migrantes como criminales», declaró Sheinbaum, haciendo un llamado a Washington a respetar los derechos humanos de los connacionales que residen en territorio estadounidense. La líder mexicana subrayó que los mexicanos en Estados Unidos son «personas trabajadoras y honestas que contribuyen significativamente a la economía estadounidense».
Sheinbaum ha instado a las autoridades de Estados Unidos a asegurar que cualquier procedimiento migratorio se realice «con apego al debido proceso y en un marco de respeto a la dignidad humana». Asimismo, ha pedido a la comunidad mexicana en Estados Unidos mantener la calma, actuar de manera pacífica y «no caer en provocaciones» ante la situación actual.