El alcalde de Matehuala Iván Estrada, se fue a turistear a las calles, restaurantes y «teibol» de la Ciudad de México en compañía de varios homólogos entre los que destaca Emanuel Govea, presidente de Santa María del Río, el objetivo del viaje se trataba de reunirse con legisladores federales, para gestionar apoyos para sus gobernados, pero sin tomar en cuenta a diputados potosinos o al mismo gobernador.
Después de la reunión en un modesto lugar para desayunar, los trabajadores del pueblo recorrieron varios lugares de la capital del país, como el hambre es canija, sacaron la «cooperacha» para una buena comilona, de esas que acostumbran pagar a costa del pueblo. Conocedores de lugares «finolis» se dirigieron al conocido y preferido restaurant de los fifís, Sonora Grill Nápoles.
Como buenos turistas y buenos amigos, no pudieron faltar las fotos del recuerdo, sintiéndose poderosos gestores, Emanuel Govea en pose de galán de pueblo, con sombrero, camisa abierta y pelo en pecho; Iván Estrada, aguantando la respiración para mostrar figura atlética.
Vino tinto, Estelas y cortes finos tipo tomahawk pululaban en la mesa de los alcaldes. Se dice que también los alcaldes de Cedral, Howard Aguilar y el de Villa de La Paz, Armando Torres se fueron junto con Estrada, como los tres mosqueteros a echarse la vuelta por la CDMX a darse la gran vida y que para tirar el estrés, hicieron parada en un «teibol» donde bailarinas extranjeras los deleitaron con piruetas.
El «presi» de Matehuala, líder de los tres mosqueteros consumía bebidas espirituosas mientras Howard se daba golpes de pecho y cuando menos lo esperaron ya daba rienda suelta a sus habilidades haciendo perreo y dando dinero a cambio de amor.
Las anécdotas de los presidentes en la CDMX siguen provocando risotadas y carrillas. Eso sí, volvieron con las manos vacías pero con la panza llena. ¡Que se joda el pueblo que es el que paga!