En el número 1007 dela calle 5 de Mayo, entre Mariano Vázquez y Regules, del municipio de Matehuala, el tiempo parece detenerse. Allí, bajo la sombra de un local, Don Gero despliega su magia que ha construido con 40 años de experiencia en la venta de barbacoa que no solo alimentan el cuerpo, sino que acarician el alma. Cada trozo de carne, cocinado con paciencia y amor, es un pedazo de historia, un recuerdo vivo de generaciones que han compartido la mesa.

Don Gero, un artesano del sabor, aprendió los secretos de la barbacoa en el fuego lento de la experiencia. Sin libros ni maestros, solo su intuición y el deseo de crear algo especial. Y lo logró. Su barbacoa es un legado familiar, una tradición que se transmite entre risas y abrazos, con hijos y nietos que se suman a la tarea de mantener viva la llama del sabor.
Su fama ha cruzado fronteras, llevando el aroma de su barbacoa hasta Estados Unidos. Pero para Don Gero, el mayor tesoro son sus clientes de siempre, aquellos que lo han acompañado en cada paso del camino.

Los domingos, cuando el bullicio de la ciudad se aquieta, el aroma de la barbacoa de Don Gero se eleva como una plegaria. Los clientes, agradecidos, disfrutan de cada bocado, saboreando la tradición y la calidez de un hombre que ha dedicado su vida a compartir su pasión.
Don Gero no solo vende barbacoa, vende recuerdos, emociones, pedacitos de felicidad. Y en cada mordisco, se siente el amor de un hombre que ha convertido su oficio en un arte, y su vida en un ejemplo de dedicación y gratitud.

Inicialmente descansaba los domingos, pero gracias a las peticiones de sus clientes modificó su horario. Ha sido tan grande su éxito que los comensales le sugirieron que les diera el gusto de abrir los domingos, pues no podían dejar de pasar este día sin deleitar el paladar con este platillo.
Don Gero agradece profundamente a sus clientes por su lealtad y apoyo a lo largo de los años. «Sin ellos, nada de esto sería posible», expresa con gratitud. Los clientes responden con fidelidad y en muchas ocasiones ha escuchado decir que “No hay mejor sabor de barbacoa, en Matehuala, como la de Don Gero.
