Los habitantes de Palo Blanco enfrentan una severa escasez de agua potable que se prolonga por más de cuatro meses, generando preocupación y malestar entre la población. La situación se ve agravada por la aparente indiferencia de la actual administración municipal, encabezada por Cinthia, quien no ha gestionado el envío de pipas para mitigar la crisis.
Según testimonios recabados, la infraestructura de tuberías, cuya vida útil ha expirado, es la principal causa de la interrupción del suministro. A esta problemática se suman las denuncias de promesas incumplidas por parte del gobierno en turno.
Afectados señalan que el expresidente municipal, Howard Aguilar, habría anunciado la puesta en marcha de un nuevo pozo, el cual nunca ha abastecido, pues el pozo que da servicio es el que se encuentra en San Mateo. Asimismo, la actual presidenta, Cinthia, es objeto de críticas por el incumplimiento de su promesa de reparar las tuberías dañadas y por su falta de acción para suministrar agua a través de pipas.
La situación ha generado dificultades significativas para los habitantes de Palo Blanco, especialmente para aquellos con recursos limitados que no pueden pagar el acarreo de agua. La falta de acceso al agua potable preocupa por los riesgos a la salud que puedan enfrentar al no tener ni para los servicios primordiales.
La crisis en Palo Blanco deja ver que comunidades rurales son ignoradas por gobiernos municipales, donde la falta de inversión en infraestructura y la nula gestión de agua potable generan vulnerabilidad. La indiferencia de las autoridades agrava al problemática de la sequía que amenaza al ganado y a los sembradíos.