A pesar de que Matehuala registra una tasa de alfabetización del 96.42% según datos del año 2020, la pregunta sobre cuántos habitantes de Matehuala realmente adoptan la lectura como un hábito cotidiano sigue siendo una interrogante. Si bien la capacidad de leer y escribir es fundamental, la frecuencia y el interés por la lectura son aspectos más difíciles de registrar.
Los datos del INEGI, tras el censo 2020, revelan que el municipio de Matehuala cuenta con una población de 102,199 habitantes, de los cuales una gran mayoría ha superado el analfabetismo. Este dato positivo se complementa con un nivel de escolaridad promedio en el estado de San Luis Potosí de 9.6 años, lo que sugiere que una parte importante de la población ha tenido contacto con la lectura como herramienta de aprendizaje.
Sin embargo, la alfabetización no garantiza una sociedad de lectores constantes. Factores como el acceso a bibliotecas públicas y privadas, la presencia de librerías en la localidad, la disponibilidad de materiales de lectura en diversos formatos (incluyendo el digital), y los propios hábitos culturales de la comunidad juegan un papel crucial en la promoción de la lectura.
La falta de estadísticas específicas a nivel municipal sobre los hábitos de lectura dificulta determinar con precisión cuántos matehualenses dedican tiempo regularmente a leer libros, periódicos, revistas o incluso contenido digital extenso. Es posible que una parte significativa de la población alfabetizada utilice sus habilidades de lectura principalmente para fines prácticos, como el trabajo o la información básica, sin necesariamente cultivar un hábito de profundizar en la lectura recreativa.
Para tener una imagen más clara de la situación, sería necesario realizar estudios específicos en Matehuala que exploren las frecuencias de lectura, los géneros preferidos, las fuentes de acceso a los materiales y las motivaciones detrás de los hábitos de lectura.
Mientras tanto, la alta tasa de alfabetización en Matehuala representa un potencial significativo. Con las estrategias adecuadas que promuevan el acceso a la lectura y fomenten su valor cultural y personal, este municipio podría aspirar a no solo tener una población que sabe leer, sino una comunidad que verdaderamente lee y se beneficia de los múltiples aportes que esta práctica ofrece.