Tras un año de gobierno, sólo el presidente municipal de Cedral, Howard Francisco Aguilar Vergara, parece ser el único beneficiario de una administración que no ha logrado resolver las principales demandas y necesidades de la ciudadanía, por el contrario, se han agravado diversas problemáticas y surgido otras todavía peores, como es el caso de la seguridad pública que, por primera vez, presenta niveles alarmantes para el pueblo cedralense.
Howard Aguilar llegó con la confianza de la gente, pues, durante varios años, se vendió a sí mismo como un médico preocupado por el bienestar de su pueblo, al grado de que emprendió diversas acciones de carácter personal para atender a algunas personas que lo requerían, sin embargo, apenas llegó al poder, se quitó la máscara y dejó de lado ese papel que había venido desempeñando para convertirse en un alcalde omiso y negligente a las peticiones de sus gobernados.
No había pasado ni medio año de su gobierno cuando los problemas sociales recrudecieron en todo Cedral; la falta de agua fue uno de ellos. El alcalde anunció una especie de tandeo para distribuir el vital líquido, sin embargo, la estrategia resultó ser un completo fiasco, dejando a la gente sin la mínima cantidad de agua para realizar sus actividades cotidianas y aumentando el riesgo de que repuntaran distintas enfermedades.
El alumbrado público también desapareció, no se vio un solo plan para atender y cumplir con los servicios municipales que, por ley, le corresponden al Ayuntamiento. Esta situación dio pie a que se incrementaran los delitos relacionados con robo a transeúnte y a casa habitación, asalto y daños a vehículos que quedaron a merced de los criminales. Peor aún, en el último año se llegaron a ver “desfiles” de grupos criminales que se paseaban con completa impunidad en el municipio mientras que los policías, lejos de apoyar a la población, instalaron retenes para extorsionar y hacerse de dinero a costa de la gente.
En contraparte, el patrimonio de Howard Aguilar creció considerablemente; en cuestión de meses edificó y desarrolló una enorme “Casa Blanca” junto a un terreno federal del que se adueñó ilegalmente y por el que, según se sabe, está siendo investigado por distintas autoridades. Varios de sus negocios también crecieron y, aseguran, desde el Ayuntamiento bloqueó la competencia al impedir que se instalaran nuevos comercios en la misma calle.
Los habitantes de Cedral reconocen que el gobierno de Aguilar Vergara no es lo que esperaban pues, lejos de trabajar para la gente, se ha dedicado a enriquecerse a sí mismo, mientras que la ciudadanía sigue sufriendo por la falta de servicios, la falta de obras y de programas sociales, además de la creciente inseguridad que ha robado la calma de todo el municipio.