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Howard y El Jícama desaparecen millones de pesos

Ante las irregularidades detectadas y el daño que este hecho representa para los recursos públicos de sus ciudadanos, la Auditoría ha demandado la inmediata presentación de los documentos

Los presidentes municipales de Cedral y de Villa de la Paz, Howard Francisco Aguilar Vergara y Jorge Armando Torres Martínez, respectivamente, se encuentran en el ojo del huracán y podrían enfrentar procesos legales si no logran explicar dónde se encuentran o en qué se invirtieron grandes cantidades de recursos públicos que desaparecieron de las arcas municipales y cuyo destino no aparece justificado en los gastos y egresos de sus administraciones. 

De acuerdo con los reportes oficiales que ha dado a conocer la Auditoría Superior del Estado, en lo que corresponde al Ayuntamiento de Cedral, se detectaron irregularidades por más de un millón y medio de pesos, recursos que, por más que se revisó, no aparecieron, ya que no se cuenta con los comprobantes de los gastos o las obras en las que supuestamente se aplicó este dinero que resultaba fundamental para atender las demandas de la ciudadanía. 

En el caso de Villa de la Paz, el daño al erario es todavía mayor pues, en el mismo reporte de la instancia auditora, se detectaron inconsistencias por más de dos millones de pesos y es que, según refieren, el alcalde, conocido comúnmente como El Jícama, incluyó en sus informes una serie de obras que, a su dicho, se hicieron en el ejercicio fiscal 2022, sin embargo, no hay testimonio o evidencia de que tales proyectos se llevaran a cabo en los términos planteados. 

Ante las irregularidades detectadas y el daño que este hecho representa para los recursos públicos de sus ciudadanos, la Auditoría ha demandado la inmediata presentación de los documentos que acrediten el buen uso de dichos fondos, sin embargo, a decir de los propios habitantes, en lo que respecta a Howard, es bastante seguro que ese dinero se invirtió en el desarrollo de su casa y negocios, mientras que El Jícama, el recurso pudo haberse perdido en sus gustos y excesos.