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Limpia parabrisas, un oficio vagabundo

Los semáforos y cruceros de la ciudad son los lugares aptos para que los limpiaparabrisas ofrezcan sus servicios por una moneda, la mayoría de ellos son niños de la calle, jóvenes con aspecto pandilleril, con aretes y tatuajes, son ellos los que desempeñan este trabajo “para sacar para el taco”. 

se reúnen en grupos de tres o más personas, en su mayoría son adolescentes y adultos jóvenes que se adueñan de las esquinas y de las avenidas para poder trabajar, algunos limpiando parabrisas, otros más de traga-fuegos, vendiendo dulces o haciéndola de payasitos.

Evitan ser fotografiados, prefieren el anonimato, algunos viajan ciudad tras ciudad, se quedan donde les sorprende la noche, no hay para hotel, debajo del puente interestatal, en el estacionamiento de Soriana o Walmart, ahí aprovechan los sanitarios y muy temprano entran a darse “el baño vaquero”, “Hay que quitarse las lagañas y ponernos a chambear” señala uno de los limpia-parabrisas.

Sus historias son copias al carbón con distinto original, muchos tienen vidas idénticas, algunos fueron abandonados y otros escaparon de sus hogares para buscar una mejor vida lejos de la violencia intrafamiliar.

Mauricio, a quien lo conocen como “El Marcho”, nos comenta que: “Me salí de mi casa en León, Guanajuato cuando estaba chavillo porque mi padre nos daba unas madrizas a mi madre, a mis carnales y a mí, desde entonces vivo en la calle que ha sido la mejor madre y padre que pude haber encontrado, ando en esto limpiaparabrisas para ganarme la vida porque es lo único que se hacer, de aquí le pegamos para San Luis o Rioverde, según para donde salga el raid este fin de semana, aquí la mayoría somos como una familia, le ponemos a la chamba y luego nos vamos a “echar la mona”.

El joven limpia-vidrios continua su historia: “Cuando estaba chavillo me junte con unos cuates más grandes, me cuidaron, pero uno de ellos le daba duro al criko y de un pasón quedó tieso; a otro lo agarró la tira por robar una tienda y lo encerraron ya hace unos años”.

Para muchos automovilistas esta acción no les agrada y se molestan con los limpiaparabrisas, pero la batalla que se libra entre automovilistas y limpiaparabrisas es cotidiana y parece no tener fin. ¿Harán algo las autoridades para remediar la situación?