Desde muy temprano repicaron las campanas de la Catedral de Matehuala para anunciar el festejo a Nuestra Señora del Carmen, cada 16 de julio, el día en que según cuenta la tradición, la Virgen del Carmen hizo su inmaculada aparición en una localidad de Inglaterra para auxiliar a los más desprotegidos.
Fieles católicos acudieron a la catedral donde fue colocada en la imagen de la Virgen del Carmen la cual lució con arreglos florales en altar donde el pueblo se congregó para dar gracias por los favores recibidos.
Durante todo el día se oficiaron misas y se realizaron diversas actividades religiosas en torno a la imagen de Nuestra Señora del Carmen.
De acuerdo a información compartida y coincidente, el origen del mensaje de la Virgen del Carmen en aquella fecha del 16 de julio de 1251 se produjo cuando descendió y apareció con el hábito de la Orden en la mano, y se presentó ante San Simón Stock, Superior General de los Padres Carmelitas del convento de Cambridge.
Con el niño Jesús en brazos, y una distintiva prenda devocional en la mano, María le dijo lo siguiente a uno de los personajes centrales de la historia de la Orden del Carmen, quien imploraba, rogaba y dirigía su profunda oración a la intercesión por el cese de los diversos ataques que recibía la orden carmelita: “Recibe hijo mío este Escapulario de tu orden, que será de hoy en adelante señal de mi confraternidad, privilegio para tí y para todos los que lo vistan”
“Es una señal de salvación, amparo en los peligros del cuerpo y del alma, alianza de paz y pacto sempiterno”