Una mujer oriunda de Matehuala, S.L.P. fue víctima de aparente negligencia ejercida en el Hospital Ignacio Morones Prieto luego de recibir un mal diagnóstico que posteriormente terminó en cáncer cervicouterino y finalmente en su muerte.
Debido a diversos dolores en el vientre acudió a consulta en el Hospital Central en donde recibió el diagnóstico de miomatósis uterina, situación que de acuerdo al personal, sería solucionada con una operación para extraer la matriz. Ahí empezó el viacrucis, pues para la cirugía tendría que esperar cerca de medio año soportando sangrado y dolores intensos.
Ante la desesperación y dificultad para recibir la atención inmediata se presentó en el Hospital General de Soledad, en donde le practicaron estudios que resultaron en cáncer cervicouterino. El calvario siguió en este nosocomio con la falta de insumos y de especialistas.
Para deslindarse, el nosocomio trasladó a la paciente al Hospital Central, en donde tampoco había especialistas ni material médico necesario. Tras la falta de atención la enfermedad avanzó, el personal del Hospital Central decidió cancelar las quimioterapias y esto derivó en la muerte de la paciente.
Familiares interpusieron una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos misma que fue turnada al Colegio de la Profesión Médica para su análisis, quien de acuerdo a su versión realizaron la investigación, sin embargo, determinaron que a pesar de las pruebas que aportaron los quejosos no hubo negligencia.
El fallo del Colegio de la Profesión Médica causó indignación ya que la falta de insumos y de especialistas, así como un mal diagnóstico son razón para ejercer negligencia médica. Los documentos que aportó la familia de la víctima expresan de puño y letra de personal médico que no se tienen los recursos para la atención y que además el diagnóstico del Hospital Central no fue el correcto.
Potosinos temen que el servicio de salud siga decayendo en el estado y que puedan enfrentar acciones médicas que afecten a su salud, por lo que hicieron un llamado a las autoridades competentes a establecer estrategias que aporten y no que mermen el estado físico de las personas.
A continuación los documentos emitidos por los hospitales en donde refleja el aparente mal diagnóstico y la falta de insumos para la urgente atención a la víctima.