Región AltiplanoSlider

Panadería La Jarochita, el rostro dulce de Matehuala

En Matehuala un aroma dulce de pan se ha mantenido como una tradición durante más de sesenta años. La panadería La Jarochita, un negocio familiar que ha trascendido cinco generaciones, continúa deleitando paladares con sus recetas artesanales, transmitidas de abuelos a nietos con el mismo amor y dedicación del primer día.

Doña Tere, con la calidez en la voz de quien tiene incontables recuerdos, comparte cómo su abuelo le inculcó el arte de amasar y hornear. Sus manos, que han moldeado miles de piezas a lo largo de los años, recuerdan con cariño aquellos inicios donde el olor a pan recién hecho se mezclaba con el aroma del café que también ofrecían.

Yo era una niña, recuerda Doña Tere con una sonrisa, y me tocaba ayudar haciendo las bolsitas de papel para el pan. Antes no existían y las tenía que hacer pegándolas con engrudo.

Pero más allá de las anécdotas entrañables, lo que realmente distingue a La Jarochita es su compromiso con la calidad. La fórmula secreta, celosamente guardada a través de las generaciones, se basa en ingredientes naturales.

Cada pieza de pan transporta a quienes han sido fieles clientes a un pasado donde el tiempo parece detenerse. La Jarochita no es solo una panadería; es un pedazo vivo de la historia de Matehuala, un lugar donde las tradiciones se amasan con cada generación, manteniendo vivo el legado de sabor y dedicación.