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Es parteaguas en Matehuala, labor de Santiago J. Vivanco

Como empresario, político y personaje de la vida social de Matehuala, S. L. P., la aportación de Santiago J. Vivanco fue un parteaguas, un antes y después, para la Ciudad del Altiplano Potosino.

En un programa de septiembre del 2021, el locutor José Paz Villanueva Contreras en la conducción, junto con la Dra. María Elena Yrízar Arias, presentaron en una entrevista a Fernando Vivanco, hijo de Santiago J. Vivanco, en la que se recordó la vida de su padre, en una transmisión de la estación Oye 105.5 FM, dentro del programa “Memorias de nuestra gente”, que se publica en Facebook y por sus diferentes plataformas.Santiago J. Vivanco nació en Matehuala el 20 de enero de 1928; hijo único de Santiago Vivanco y Ma. Guadalupe Castillo.

Hijo de un español que trabajó las fibras duras, el ixtle y la palma de la región.

Quedó huérfano de padre a muy corta edad y su madre, empeñada en la buena educación de su hijo, lo mandó a estudiar a San Luis Potosí, la Ciudad de México y a la Universidad de Harvard, donde estudió matemáticas y estadística.

Terminó la Licenciatura en Economía en el ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México), en 1956, con la tesis “Producción, distribución e industrialización de la fibra de palma en México”.

Santiago J. Vivanco fue Presidente Municipal en el periodo 1955-1958 y durante su administración restauró el Mercado Arista, construyó los Arcos de Matehuala, hizo el Boulevard Carlos Lasso, trazó la pista aérea de Matehuala y fue uno de los fundadores de la Escuela Preparatoria de Matehuala, de acuerdo con información proporcionada por la Dra. Yrízar Arias.

A nivel estatal, fue Secretario de Promoción Industrial de San Luis Potosí, y profesor en la Facultad de Economía, cuando Manuel Aguilera Gómez era el primer Director de la escuela; Aguilera Gómez fue después Jefe del Departamento del Distrito Federal.

“Fue un personaje inquieto, muy hiperactivo”, dijo su hijo Fernando, tal vez por haber sido hijo único. “Era un hombre muy generoso, muy desprendido”.

Según Fernando, su padre creció con una fuerte educación religiosa y hasta su abuela paterna quería que fuera sacerdote.

MERCADO ARISTA Y PREPARATORIA

Recordó que en los años en los que fue Alcalde, no había recursos, como el Ramo 33, por lo que junto con el Tesorero municipal, Alfonso Dibildox, para captar recursos emitieron bonos, respaldados por bancos, para que los locatarios adquirieran los locales del Mercado Arista.

Convencido de que un pueblo para poder progresar necesita estar educado, Santiago J. Vivanco apoyó la apertura de la Preparatoria de Matehuala, de la que fue su primer Director.

En una casona de la familia, localizada en Guerrero y Méndez, junto al Teatro Manuel José Othón, se abrió la Preparatoria, con la autorización de Manuel Nava, Rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), donde duró unos tres o cuatro años.

La casa de siete habitaciones fue remodelada para albergar el inmueble educativo por el Ing. Alfonso Tena, quien había sido contratado para ampliar las instalaciones de una planta que después fue la Bemis Craftil.

Santiago J. Vivanco integró una planta de catedráticos de la Preparatoria como Miguel Ángel Yrízar, quien impartió las clases de física; Neto Pérez, literatura; el entonces Ministerio Público, Lic. Florencio Salazar Martínez, dio clases de filosofía, años después fue Gobernador de San Luis Potosí; Fernando Gómez Madrazo, inglés, y el español Fernando Madrazo Madrazo, entre otros.Alrededor de 1960, su mamá Martha Rosa De Maria y Campos cedió el terreno donde se construyó la Escuela Preparatoria, pero ya tal vez con presupuesto de la Universidad de San Luis Potosí. También en terrenos de su mamá se construyó el Rastro Municipal y el Club de Leones.

Al enviudar en 1969, a la edad de 39 años, entró a trabajar como secretaria de la Compañía Urbanizadora de Matehuala (CUM), sociedad en la participaban los Mahbub Matta y la familia González Ramírez, familiares de ella; los terrenos en los que s e construyó la colonia Santa Martha habían sido de ella y por eso llevan su nombre.

ARCOS DAN IDENTIDAD A MATEHUALA

Además de los Arcos de Matehuala, construidos en la entrada y la salida de la ciudad, y que le dieron identidad, Santiago J. Vivanco construyó el Boulevard Carlos Lasso, llamado así en homenaje a quien fue Secretario de Obras Públicas a nivel nacional, en agradecimiento por lograr que la Carretera 57 México-Piedras Negras pasara por Matehuala, debido a que en el trazo original pasaba unos 6 o 7 kilómetros al poniente, por el lado de Doctor Arroyo.

En la intercesión de Carlos Lasso intervino el Ing. Manuel Moreno Torres, matehualense que tuvo varios cargos a nivel federal, como Director de la Comisión Federal de Electricidad.

Por sugerencia del ex-Gobernador de San Luis Potosí Gonzalo N. Santos se le llamó al Boulevard “Pedro Antonio Santos”, pero después de la ceremonia de inauguración, el Profr. Miguel Ángel Yrízar con una barra derribó la placa y se le llamó “Carlos Lasso”, según contó su hija María Elena.

Volviendo a la semblanza, su hijo dijo que su papá contrajo matrimonio con Martha Rosa De Maria y Campos González Ubieta, quien era hija de un prominente arquitecto constructor del Palacio Federal en Monterrey, donde ella nació.

La llegada de su abuelo materno a Matehuala fue porque fue contratado para la construcción de la Iglesia de Matehuala, como réplica de la Iglesia Saint Joseph de Lyon, Francia.

Debido a su gusto por la fiesta brava, la plaza de toros de Matehuala lleva el nombre “Santiago J. Vivanco”, y su hijo Fernando recordó varias anécdotas en el coso taurino donde actuó su padre como aficionado práctico y donde actuaron figuras como Eloy Cavazos, Evaristo Zambrano, los Hernández Andrés, de San Luis Potosí, y Lorenzo Garza, “el Ave de las Tempestades”.

Por sus negocios en la industria de la lechuguilla y palma china, Santiago J. Vivanco adquirió una avioneta y aprendió a volar en forma autodidacta y de pasó se contaron varias anécdotas relacionadas con sus vuelos a Estados Unidos y otras partes de México.

En el periódico El Nuevo Día, de Cirilo Estrada, se publicó una reseña de viaje en auto que hizo a Nueva York y Europa, en la que plasmó sus experiencias de la vida estadounidense en ciertas ciudades comparadas con el Matehuala de 15 mil habitantes de ese entonces.Santiago J. Vivanco murió en Matehuala en 1969 y fue inhumado en el Panteón Hidalgo.

A 53 años de su deceso, su recuerdo aún perdura entre los matehualenses…