Dentro de su larga trayectoria como chofer en Matehuala, David Ortiz “El Torito” recuerda los 32 años en los que manejó uno de los camiones de transporte local llamados Farolitos.
En entrevista reciente, con José Paz Villanueva Contreras, “El Torito”, uno de los personajes urbanos muy conocidos en Matehuala, platicó cómo se convirtió en chofer, desde su vivienda en la Colonia Concepción, en una transmisión de la estación Oye 105.5 FM, dentro del programa “Memorias de nuestra gente”, que se publica en Facebook y por sus diferentes plataformas.
En sus inicios como chofer de transporte de carga, trabajó con Productos de Leche Coronado, transportando la pasta para la cajeta de Meoqui, Chihuahua, a la ciudad de San Luis Potosí.
Pero su historia empezó todavía unos años antes en Transportes Tamaulipas, donde empezó como lavador de las unidades y luego como operador a corridas a poblados cercanos y a Doctor Arroyo, N. L. Su papá trabajaba también en esa línea de transportes.
Un chofer de nombre Venancio un día lo invitó a darse la vuelta en un Farolito y quedó maravillado de recorrer las calles de Matehuala en la unidad; también laboró en los camiones rojos La Paz-Matehuala y en una pipa en Vanegas.“El Torito” recordó que el dueño de El Farolito era Pepe Coronado y les vendió dos camioncitos y la ruta a don Jesús Martínez y al Sr. Pachicano, por lo que llegaron a tres unidades de transporte las que daban el servicio a los matehualenses.
Había dos rutas de transporte: Centro-Estación de Ferrocarril y Centro-Seguro de Campo; además ofrecían transporte a la feria del Ojo de Agua el 21 de marzo, a los bailes y días de campo.
Repasa recorrido de las rutas
Haciendo un viaje en el tiempo, repasó el recorrido a la Estación de Ferrocarril: Salía de la Plaza de Armas y tomaba todo Betancourt, bajaba por Bocanegra, le daba vuelta a la plaza del Pueblo y luego se dirigía por Altamirano, Ángel Veral, Matamoros, Boulevard Carlos Lasso, Ignacio Ramírez, Hidalgo y llegaba a la estación.
En la ruta al llamado Seguro Ixtlero, de la Plaza de Armas subía por Ocampo, tomaba Juárez, Matamoros, Hidalgo, Ignacio Ramírez y luego rumbo al IMSS.
Señaló que en aquellos años la calle Hidalgo era de doble sentido y en algunos de los recorridos hacían paradas en la calle Constitución, subía hasta Libertad, Bravo, Juan Sarabia, Mariano Vázquez, Cinco de Mayo, Insurgentes y Plaza de Armas.
Con la construcción del Infonavit Fidel Velázquez y la instalación de la fábrica Interruptores de México ampliaron el servicio con más camiones al incrementarse el número de pasajeros.
Algunos de los choferes que ofrecían sus servicios en el Farolito eran: Abel, “El Lico”, “El Catrín”, “El Carbonera” y el chofer de nombre Venancio.
El costo de subirse al Farolito era de 25 centavos y los choferes ganaban 80 pesos por semana.
En el Matehuala de aquellos años, las tiendas que operaban por el centro donde se pasaba el Farolito eran Chalita, El Mayoreo, La Napolitana y Regalos Omega (de la familia Pruneda); y entre los cines estaban los Cinemas 1 y 2, y Las Américas.
Personajes de Matehuala
Entre los personajes populares de esos años estaba “El Caturras”, quien era voceador de El Imparcial y anunciaba las notas rojas; lo mató una camioneta en Mariano Vázquez y Cinco de Mayo.
Otros de los personajes inolvidables eran tres agentes de tránsito de esos años: Don Pancho “Víbora”, don Pancho “Cagancho” y Juanito; don Melquiades era el capitán y tenían su base por la calle de Hidalgo.
Durante los 32 años que laboró manejando un Farolito, con jornadas de 5:30 de la mañana a las 10:30 de la noche, también en ocasiones trabajó en Turismo del Altiplano, que estaban en la calle Bustamante e iban a Real de Catorce; sus socios eran Elías Tello, un taxista de La Paz y don Jesús Martínez.
Como aficionado de hueso colorado del equipo de futbol América, un día pintó su casa de amarillo y azul; las cortinas, colchas y almohadas eran con motivos americanistas, e incluso a una de sus hijas le puso América Guadalupe y a uno de sus hijos Néstor Rafael, como el portero Néstor Rafael Verderí.“Sigo siendo águila de corazón”, dijo.
Como aficionado a la música, ayuda al grupo Innegable, de Matehuala, y en una ocasión fue chofer del autobús-casa de Renacimiento 74, que venía dos veces por años, y entabló amistad con Adán Ibarra, vocalista del grupo.
“El Torito” disfruta de su jubilación, disfrutando de la música y el deporte, y con la satisfacción de haber servido a la comunidad como chofer del Farolito.
“Aquí estamos todavía. Echándole ganas a la vida”, dice en su mensaje final a sus familiares y amigos.
El autor es Cronista Honorario de la Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León “José P. Saldaña”, A.C.