La Cuaresma es un tiempo de reflexión y tradiciones culinarias, y uno de los platillos más emblemáticos de esta época son los orejones de calabaza.
Esta receta, heredada de nuestras generaciones pasadas, no solo es deliciosa, sino también económica y nutritiva. A continuación, te la compartimos para que puedas disfrutar de este platillo tradicional en tu mesa:
Ingredientes:
- 1 kilo de calabacitas
- Agua
- Sal al gusto
- 1/2 taza de harina de trigo
- 2 huevos
- Aceite para freír
Preparación:
- Cortar la calabaza en rodajas finas de aproximadamente 1 cm de grosor.
- Colocar las rodajas de calabaza en una olla con suficiente agua para cubrirlas y agregar sal al gusto.
- Hervir la calabaza durante 15-20 minutos hasta que esté blanda.
- Escurrir la calabaza y dejarla enfriar.
- Preparar una mezcla con la harina de trigo, los huevos y un poco de sal.
- Calentar aceite en una sartén a fuego medio.
- Sumergir las rodajas de calabaza en la mezcla de harina y huevo, cubrirlas bien por ambos lados.
- Freír las rodajas de calabaza en el aceite caliente hasta que estén doradas por ambos lados.
- Escurrir los orejones en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Servir calientes y disfrutar.
Consejos:
- Puedes agregar especias a la mezcla de harina y huevo, como ajo en polvo, cebolla en polvo o pimienta negra, para darle un sabor más intenso a los orejones.
- También puedes preparar una salsa de jitomate para acompañar los orejones.
- Los orejones de calabaza se pueden guardar en el refrigerador por hasta 3 días.
¡Disfruta de este delicioso platillo tradicional de Cuaresma!