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Tienen botas tribales el sello matehualense

De Matehuala para el mundo… Gracias a su destreza en la renovación de calzado, el matehualense Darío Calderón fue el primer diseñador y fabricante de las botas tribales que causaron sensación en México y el mundo hace 10 años.

Las botas atrajeron la atención del mundo entero y están expuestas en un museo en Suiza, fueron usadas en desfiles de modas en París y en Hong Kong, el Padre Salvador las llevó al Vaticano y con la leyenda “Para que siga pateando la corrupción”, en una visita a Cedral, le entregaron un par al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

En una entrevista reciente con el locutor José Paz Villanueva, don Darío contó cómo se le ocurrió la idea del diseño de las exóticas botas, originarias de Matehuala, S. L. P., en una transmisión de la estación de radio Oye 105.5 FM, del programa “Memorias de nuestra gente”, que se publica en Facebook y por sus diferentes plataformas.La fama de las botas llegó hasta el continente asiático y una televisora de Japón se trasladó a Matehuala para grabar su fabricación y un video del baile con el calzado.

El médico dentista matehualense Erick Leocadio Medellín Rueda llevó un par de botas tribales, con un diseño exclusivo, al Mundial de Futbol Rusia 2018, atrayendo la atención de los cientos de periodistas que cubrieron el evento.

Historia de las botas tribales
Aunque no tuvo la idea de registrarlas, pues luego unos zapateros de Zacatecas se adjudicaron que ellos fueron los creadores de las botas tribales, don Darío Calderón contó cómo surgió la idea de fabricarlas. Un vaquero de El Huizache la pidió que las hiciera unas botas con una punta de 60 centímetros para un concurso de rodeo, en el que ganó, generando muchos pedidos de botas tribales; la palabra tribal, dijo que se adaptó porque bailaban con ellas como una tribu.

De los grupos musicales que las solicitaron, los primeros fueron los de la banda La Trakalosa de Monterrey, quienes solicitaron cinco pares; luego se las hicieron a Ernesto Chavana, de Multimedios Televisión de Monterrey, quien grabó “El Rey del Tribal”, frente al Arco norte de entrada a Matehuala.

Toda la producción de botas tribales se hizo en el taller de Renovación de Calzado Érika, fundado en 1981, hace 41 años, llamado así en honor a su hija mayor y con domicilio en la calle Calderón 209-A, entre Juárez y Leandro Valle.Don Darío Calderón empezó a los 7 años en el negocio de su primo Lorenzo Tamayo ayudando en la renovación de calzado en Matehuala.

Cuando tenía 12 años trabajó en Monterrey en una renovadora de calzado que estaba localizada en Amado Nervo y Arteaga, propiedad de un señor de apellido Sandoval, originario de Matehuala

En Monterrey estuvo cinco años y luego se fue a Estados Unidos, donde trabajó durante tres años, dedicándose al mismo oficio, gracias al conocimiento de saber manejar las máquinas cosedoras de zapatos.

Regresó a Matehuala y empezó su propio negocio en 1981. “Estados Unidos no me gustó. La verdad es que es mucho trabajar. Cuando tú tienes un oficio y conoces el oficio, no tiene caso que estés allá. Vente a tu tierra y pues hay que trabajar”, dijo don Darío.Inició su negocio en un local por la calle Juárez y fue llamado “Érika” en honor de su hija mayor; además tiene otras dos hijas y tres hijos, el menor de nombre Carlos Ernesto Calderón también trabaja en el negocio y su esposa está en la caja.

Actualmente, además de la renovación de zapatos, botas y tenis, elaboran cintos de vaqueta a la medida, correas para bolsas de mujer y cortes de botas, de las cuales existen tres tipos: Versace, Rodeo y Bulldog.

Un ejemplo de su trabajo es que una vaquera picuda la convierten al estilo Rodeo que tiene un frente chato; además hacen calzado especial, tomando un molde del pie de la persona.

Recuerda el Matehuala de su niñez
Paz Villanueva pregunta cómo era el Matehuala en la niñez del entrevistado, recordando don Darío que él estudió en la escuela Berlanga, frente al Santo Niño.“No había maldad… Todo estaba muy tranquilo…

Nos echábamos la pinta… Nos íbamos a nadar”, recordó, al mencionar que enfrentaban el castigo de sus padres en esos tiempos en los que jugaban con el trompo y las canicas.

Recordó que existían dos cines (“el de arriba y el de abajo”); las Américas era de “caché” y el de la calle Constitución.Por otro lado, uno de sus pasatiempos son las carreras pedestres y en una pared tiene colgadas decenas de medallas, como la del Maratón Powerade Monterrey 2020 que corrió en su edición virtual debido a la pandemia del COVID-19.

Sigue corriendo y entrenando, y en la fecha de la entrevista del 4 de marzo del 2022, se preparaba para correr el 21K Apodaca, en Nuevo León, carrera celebrada el domingo 20 de marzo.

El taller renovación de calzado cuenta con la colaboración de su yerno Antonio Alemán Costilla, apodado “El Chuky”, quien labora por temporadas en trabajos de jardinería y construcción, en Saint Louis, Missouri, y siempre que regresa le ayuda desde hace 13 años.“El Chuky” dijo que trabajaba en la tienda Walmart, de Matehuala, y un día don Darío le dijo: “Que está haciendo en Walmart perdiendo el tiempo. Si aquí hay mucho qué hacer”.

Primero lo enseñaron a bolear y luego a coser el calzado y con destreza lo demostró, haciéndolo en forma manual.Gracias a José Paz Villanueva por continuar con el segmento “Memorias de nuestra gente” que acerca a los matehualenses a recordar hechos del pasado de la “Ciudad de las Camelias”, así llamada por el poeta Ángel Veral.Hasta pronto…

El autor es Cronista Honorario de la Asociación Estatal de Cronistas Municipales de Nuevo León “José P. Saldaña”, A.C.