En un acto cobarde, Tomás Zavala, mandó a trabajadores y licenciadas a tumbar locales del terreno que supuestamente es el nuevo dueño, pero puso por encima de lo legal, la prepotencia del grupo de hombres y mujeres que con marro en mano empezaron a golpear bardas para acabar con los locales de quienes tienen más de 20 años en ese lugar y tienen la posesión de las construcciones.
Tomás Zavala dio la indicación de que sus trabajadores tumbaran bardas ante cualquier resistencia de los comerciantes y, amenazantes, los trabajadores de la construcción y abogadas al mando de Nubia Salinas, se presentaron y dieron inicio a la demolición de un local que se encuentra sobre el Bulevar Carlos Lasso.
Los trabajadores sin importar que hubiera gente al interior del establecimiento comenzaron a golpear la barda con el fin de cumplir las instrucciones de Tomás Zavala, los afectados solicitaron apoyo de sus compañeros comerciantes e impidieron que siguieran afectando la construcción.
Uno de los trabajadores forcejeó con la afectada que desesperada exigía que no le siguieran dañando su patrimonio. El grupo de comerciantes quienes habían sido intimidados anteriormente, se unieron al apoyo de quien en ese momento era víctima de Tomás Zavala.
Aunque la apoderada legal refirió que solo una persona era la que se negaba a entregar el predio, varias voces la desmintieron asegurando que sus palabras eran mentiras, pues el pasado miércoles 24 de agosto, el excandidato del Partido Verde a la presidencia de Matehuala, Tomás Zavala, mandó despojar a un comerciante y le derrumbaron su local.
Presuntamente la orden de Tomás Zavala era acabar con un local diario y despojar a como diera lugar a todos los comerciantes, las ordenes eran cumplidas a pesar de que no existe ningún permiso del Ayuntamiento de Matehuala para tal derrumbe y fue el personal jurídico del Municipio, a cargo del Licenciado Alejandro Cázares quien impidió que Zavala y Nubia Salinas siguieran violando las leyes.
La presencia de Cázares impidió que Nubia Salinas siguiera con la orden de Tomás Zavala y motivó a que el reclamo de comerciantes intimidados saliera a relucir, pero no acabó con la prepotencia de la licenciada que no daba crédito a que la autoridad pudiera impedir su maniobra después de que el avance del derrumbe se ha realizado de forma «estratégica» con un modus operandi establecido en el que intimidan a los comerciantes usando el nombre y una falsa amistad y cercanía que Tomás Zavala tiene con el gobernador, para posteriormente amenazantes aseguran que tumbarán aunque las personas estén al interior de los comercios.
El temor sigue presente en las víctimas de Tomás Zavala, pues constantemente son amenazados y aunque tuvieron el respaldo y fueron asesorados por el Licenciado Alejandro Cázares, no dudan que en cualquier momento llegue Nubia Salinas a amedrentar y temen, además, de que en algún momento lleguen a sus labores y encuentren su patrimonio derrumbado a manos de Tomás Zavala y sus secuaces.
