Era un día de julio. Como muchos paisanos, una pareja venía a México a visitar a sus parientes, aprovechando las vacaciones de verano, sin imaginar lo que vivirían. Al pasar por la aduana, en Laredo, México, fueron hostigados por los agentes, quienes quisieron “hincar la uña” en el pago de impuestos. La familia pagó, pero, por hacer preguntas, puso en riesgo su vida.
Metros delante de la aduana, tres vehículos emboscaron la camioneta en la que viajaban y dividieron a sus integrantes entre amenazas, gritos y armas largas, con las que les apuntaban con la intención de accionarlas en cualquier momento. Los pistoleros les pidieron dinero, les quitaron el vehículo y se los llevaron por distintos rumbos, para finalmente mantenerlos en una casa de seguridad, exigiendo el pago de un rescate. Afortunadamente, pudieron pagar y recuperaron su libertad.
Asolados por las políticas de Donald Trump, los mexicanos no pueden creer que, en nuestro país, sufran a manos de grupos delictivos que los secuestran, extorsionan y maltratan. Esta es una historia de lo que miles de paisanos viven cuando vienen a México. Cuando no son los grupos del crimen organizado, son los aduaneros, los soldados, la Guardia Nacional o la Fiscalía General de la República, sin que nadie pueda hacer nada, porque los grupos operan con la complicidad de las autoridades de todos los niveles de gobierno.
Esta historia se repite todos los días, a todas horas. Las estrategias del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, no llegan a la carretera 57, convertida en una ruta del horror para nuestros connacionales, pero también para los transportistas, autobuses de pasajeros, comerciantes y para todos aquellos que se atreven a recorrerla. ¿Cuándo terminará el horror? Nadie lo sabe, pero nada es para siempre.
P.D.1.- En Morena están impulsando a la esposa del exalcalde de Matehuala, Iván Estrada, para que busque la presidencia municipal en 2027. Paula Méndez sería la apuesta para suceder a Raúl Ortega. Mmmm… diría el mudo.
P.D.2.- En Venado, la presidenta municipal, José Reyes Martínez “Reyitos”, debe casi cinco millones de pesos en multas por desacato. Resulta que le debe sueldos a exregidores y al exsíndico. El edil, que participó como mujer en las elecciones de 2024, y su cabildo no tienen opción más que pagar, pero como dice el dicho: “Deben, no niegan, pero ya se gastaron el dinero en otras cosas.”
P.D.3.- El que, de plano, no da una es el alcalde de Villa de la Paz, Juan Francisco Gómez. Por inepto e ignorante, tapó el único pozo de agua que tiene el municipio y que se ubica en la comunidad de Limones. Pretendiendo sustituir un equipo de bombeo que hizo pasar por nuevo, pero que era de medio uso, lo único que logró fue que colapsara la maniobra y resulta poco menos que imposible liberarlo para que se pueda utilizar el agua. Mientras eso ocurre, distribuye agua de Cedral, y obviamente la alcaldesa no le va a regalar el vital líquido. El hombre es de Movimiento Ciudadano y coquetea con su antecesor.
P.D.4.- Y ya que andamos por los rumbos de Cedral, la alcaldesa, Cinthia Segovia, apareció hace días en un evento con unos zapatos Valentino cuyo valor en el mercado es de 24 mil pesos. “Cualquier bobería” diría el Conde Pátula.
Hasta la próxima.