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¿Cómo se comunicaban los dinosaurios?

Estudios recientes ofrecen nuevas pistas sobre cómo estos gigantes prehistóricos se relacionaban, cortejaban y se organizaban

Desde el rugido icónico del Tyrannosaurus rex en “Parque Jurásico” hasta las batallas sonoras del cine de aventuras, los dinosaurios han sido retratados como criaturas imponentes con voces aterradoras. Sin embargo, la ciencia moderna revela que su comunicación en la vida real era mucho más compleja y diversa que los estruendos hollywoodenses. Estudios recientes ofrecen nuevas pistas sobre cómo estos gigantes prehistóricos se relacionaban, cortejaban y se organizaban en sus hábitats, arrojando luz sobre una faceta poco explorada de su comportamiento.

Uno de los hallazgos más reveladores proviene de los hadrosaurios, conocidos como los “dinosaurios con pico de pato”. Sus cráneos presentan crestas huecas conectadas a las vías respiratorias, lo que ha llevado a los científicos a pensar que actuaban como resonadores de sonido, posiblemente utilizados para emitir llamadas de largo alcance o señales entre miembros de una manada. Esta capacidad habría sido vital para su supervivencia, especialmente en entornos densos o durante migraciones.

Además de los sonidos, los dinosaurios también habrían utilizado formas no verbales de comunicación. Fósiles bien conservados muestran que algunos terópodos emplumados poseían plumajes llamativos que podrían haber servido para atraer parejas o intimidar rivales, una estrategia similar a la de muchas aves modernas. Incluso se plantea la posibilidad de que ejecutaran “danzas” rituales como parte del cortejo.

Otra forma de comunicación especulada es el uso de aromas específicos. Algunos paleontólogos creen que ciertos dinosaurios podrían haber liberado feromonas o secreciones desde glándulas en la piel, útiles para marcar territorio o advertir su presencia a otros miembros de la especie. Por último, la teoría de los sacos de aire similares a los de las aves modernas gana cada vez más fuerza. Estas estructuras, presentes en muchos fósiles, habrían permitido amplificar las vocalizaciones, permitiendo sonidos potentes y variados.