Cada 14 de febrero, el mundo celebra el Día del Amor y la Amistad en honor a San Valentín, un santo venerado por su labor de unir a las parejas en matrimonio durante los primeros siglos del cristianismo. Aunque la conexión entre este santo y el día de los enamorados puede parecer difusa, su legado perdura en la tradición católica y en la cultura popular.
Según la tradición católica, San Valentín fue un sacerdote romano que desafió las órdenes del emperador Claudio II, quien prohibió los matrimonios entre jóvenes debido a la creencia de que los solteros sin hijos eran mejores soldados. A pesar del riesgo, San Valentín continuó uniendo a las parejas en matrimonio en secreto, hasta que fue detenido, golpeado y decapitado por no renunciar a su fe y a su misión.
El Papa Gelasio estableció entre los años 496 y 498 que el 14 de febrero sería el día en que se honraría a San Valentín, reconociendo su valentía y dedicación a la unión matrimonial. Desde entonces, este día ha sido asociado con el amor y la amistad en muchas partes del mundo, especialmente en Francia, Bélgica, Inglaterra y América.
Aunque la historia de San Valentín está envuelta en la leyenda y hay cierta ambigüedad sobre su identidad exacta, su legado ha perdurado a lo largo de los siglos. Se sabe que existieron otros dos santos con el mismo nombre, uno de ellos un obispo en Italia y el otro un mártir en África, aunque la información sobre ellos es limitada.