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Tiempo de hablar

Terminó una semana de mucha actividad, la Feria de la Charamusca congregó a miles de visitantes, nuevamente fue un éxito. En esta edición fue ampliada y se vieron más comerciantes. 

En la inauguración se develó la placa que establece a esta fiesta como patrimonio cultural. Es sin duda el cimiento de un precedente para que en el futuro se pueda ampliar el alcance a nivel internacional. 

Franco Coronado demostró que le tiene amor a Matehuala y que quiere que el municipio repunte en su arraigo cultural y tradicional. 

Los encuentros deportivos también lucieron abarrotados. Pero no hay mayor festejo que el religioso. El regreso de la Procesión del Silencio era tan esperado que las calles lucieron saturadas de matehualenses y turistas. 

Todo transcurrió en orden, aunque no se puede ocultar que la Semana Mayor trajo malos recuerdos por todos los hechos desagradables que se presentaron en el 2023. Afortunadamente se hicieron correcciones con resultados positivos. Este año en las calles se sentía el ambiente de solemnidad, de felicidad y de ánimo de salir en familia. 

En el vecino municipio de Cedral, el presidente Howard Aguilar minimizó el tema religioso. No se vio en el Viacrucis, no se dejó ver como en otras celebraciones de la Iglesia en donde quiere aparecer en primera fila. Y es muy respetable que no quisiera asistir, pero el tema es que el viernes santo no es un día en el que se deje de trabajar. Eso depende de los jefes de cada institución, hay que recordar que el alcalde trabaja para los cedralenses y a nadie le pidió permiso. 

Es un tema importante a resaltar porque varias personas lo anduvieron buscando en la presidencia y nomás no llegó. 

Muchas quejas se escucharon de personas que platicaban entre sí, de la mala chamba que hace y de los desaires que ha hecho a la gente, además de que hicieron el comentario de que no invita ni una hamburguesa. Quizá por eso no anduvo entre la gente, ya por fin se resignó a que no es bien visto entre la sociedad. 

El tema del caos vial y lo que se deriva en la carretera 57 es de nunca acabar. Las quejas parecen irse con el viento y a eso hay que sumarle que nadie se quiere hacer cargo de poner orden para que el tráfico fluya en el entronque a Villa de Arista. 

Conductores saben a qué hora salen de su casa pero no se sabe a qué hora llegarán a Matehuala o al lugar que se dirijan hacia el norte. 

Ya hay hartazgo. Se sienten olvidados, ignorados. Es una cuestión que ninguna autoridad atiende y se hacen que la virgen les habla para no aplicar una estrategia vial que sea para el bien de usuarios y de empresas que no reciben a tiempo los productos que viajan, especialmente del sur. 

Otro asunto en el que se necesita poner orden es en el de la Delegación II de la Fiscalía de San Luis Potosí. El delegado Pedro Martínez se ha sordeado con el caso de la pequeña que fue violada por varios sujetos. 

Llegó como un buen reemplazo de Miguel Chávez pero los resultados no han sido de lo mejor. Hay temas delicados como los jóvenes que resultaron intoxicados en un bar de Matehuala, las fiestas clandestinas de adolescentes en donde se distribuye droga al por mayor y nunca ha dado una declaración sobre el tema. 

No hay ningún posicionamiento y mucho menos una declaración del estatus de las investigaciones. 

En el territorio potosino, algunos políticos se sienten vulnerables por la delincuencia. En diversos casos han abandonado sus candidaturas porque no tienen garantías de seguridad. Causa conflicto pensar en cómo sería si ganaran el puesto de elección que buscan… o buscaban. 

Quieren estar seguros y tener a su disposición a personal que los cuide. La pregunta es: ¿Ofrecerían a cada uno de sus gobernados policías exclusivos para que estén seguros? ¡Qué ironía! 

Terminó la Semana Santa después vivir con inmensa alegría este periodo de fiesta religioso, llegó el momento de la Pascua. 

Hasta a la próxima con más Tiempo. 

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