El ambiente festivo que envolvía a la guardería “Los Reyes” en la colonia del mismo nombre en Matehuala, con motivo de la celebración anticipada del Día del Niño, se tornó en un profundo dolor y consternación. Darian Idaliz, una bebé de apenas seis meses de edad, había sido llevada a la estancia infantil por su abuela materna, luciendo un disfraz preparado con esmero y un tierno “peinado loco” que mostraba la alegría infantil.
Lo que prometía ser un día de juegos y celebración para la pequeña y sus compañeros se convirtió, en cuestión de horas, en una tragedia que ha enlutado a una familia y conmocionado a toda una comunidad. La rutina matutina transcurrió de forma normal para la la familia de la pequeña, ajena a las actividades de la vida adulta, fue entregada en la guardería por su abuela, quien cariñosamente se despidió de ella sin presagiar el oscuro giro que tomarían los acontecimientos.
Su madre, se encontraba atendiendo temas personales de salud, confiaba en el cuidado de la guardería, mientras que su padre, buscando un mejor porvenir para su hija, se encontraba trabajando en Estados Unidos. La distancia, en este momento de inmenso dolor, se convirtió en un abismo desgarrador. El Día del Niño, una fecha marcada en el calendario como un tributo a la inocencia y la alegría de la infancia, aguardaba a Darian con la promesa de sorpresas y cariño en el seno familiar.
Los regalos, cuidadosamente elegidos, esperaban en casa, listos para ser descubiertos por sus pequeños ojos curiosos. Sin embargo, el destino tenía reservada una cruel ironía. La celebración se truncó cuando un aviso irrumpió en la tranquilidad del hogar, anunciando un inesperado accidente sufrido por la pequeña en la guardería. La noticia cayó como un balde de agua helada sobre sus familiares, quienes, embargados por la angustia y la incredulidad, se apresuraron a llegar a la guardería.
La esperanza de que la situación no fuera grave se aferraba a sus corazones, mientras la incertidumbre crecía con cada minuto que transcurría. Lamentablemente, la realidad se impuso. La confirmación llegó como un golpe devastador, la pequeña Darian Idaliz había fallecido. El bullicio infantil que debió haber llenado ese día se transformó en un silencio abismal, y la alegría con que se había iniciado el día se desvaneció en un mar de lágrimas y desconsuelo.
Para Darian, ese 30 de abril representaba su primer Día del Niño, una fecha que marcaría el inicio de muchas celebraciones por venir. En cambio, se convirtió en el doloroso final de una vida demasiado corta, dejando tras de él un vacío irremplazable en el corazón de sus padres, abuelos y demás seres queridos. La ilusión de verla disfrutar de sus primeros regalos y vivir la magia de este día especial se desvaneció, dejando solo un profundo sentimiento de pérdida y una herida imborrable.
La forma en que se realizó la entrega del cuerpo de la pequeña a sus familiares añadió una capa más de dolor e indignación a la tragedia. Envuelta en una simple sábana, sin explicaciones detalladas, Darian fue llevada al Hospital General de Matehuala por su familia ante la falta de atención médica en el lugar. Médicos confirmaron que un angelito había ascendido al cielo. El recuerdo de Darian Idaliz, con su disfraz infantil y su “peinado loco” preparado con tanto amor, perdurará en la memoria de quienes la conocieron.
Su corta existencia, truncada de manera tan trágica en el Día del Niño, se ha convertido en un doloroso recuerdo. Tras la tragedia, la directora de la Guardería Los Reyes, Diana García Camarillo, señalada por los familiares como responsable de la muerte de Darian, desalojó el lugar y, de manera extraoficial, ha trascendido información sobre su supuesta fuga, presuntamente amparada por influencias políticas al ser sobrina del expresidente de Matehuala, Raymundo García Olivares y prima de José Luis Martinez, coordinador de COEPRIS, Esta situación ha generado aún más indignación y la dolorosa tragedia ha unido al pueblo en un solo grito: justicia para Darian.