El obispo Margarito Salazar Cárdenas lanzó una advertencia pública sobre una práctica que, aseguró, se ha vuelto recurrente: personas y empresas que utilizan el nombre y los símbolos de la Iglesia Católica para obtener beneficios económicos sin que exista una verdadera relación con la institución religiosa.
De acuerdo con el obispo, es común que estafadores o comerciantes se hagan pasar por representantes de la Iglesia para pedir donativos, vender artículos a precios muy elevados o promocionar experiencias turísticas con un fuerte componente religioso, pero que en realidad pertenecen a particulares.
Uno de los casos más visibles se presenta en el Pueblo Mágico de Real de Catorce, en San Luis Potosí, donde atractivos como «Las Manos de Dios» y «Las Puertas al Cielo» son ampliamente publicitados como experiencias espirituales. Según el obispo, una parte importante de los visitantes cree que estos sitios apoyan económicamente a la Iglesia, cuando en realidad son propiedad de una empresa privada.
El obispo explicó que la Iglesia Católica no tiene injerencia ni recibe recursos de estas actividades, por lo que instó a los feligreses y turistas a informarse antes de gastar su dinero o realizar donaciones. Recomendó que, para saber si una actividad o evento está realmente vinculado a la Iglesia, las personas se acerquen a las parroquias locales o a las autoridades eclesiásticas.
Asimismo, advirtió que este fenómeno no se limita a Real de Catorce, sino que también se presenta en otros destinos turísticos y comunidades del estado, donde comerciantes o prestadores de servicios aprovechan la devoción de los visitantes para vender productos o experiencias a sobreprecio.