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Banda de rateros asola al Parque Tangamanga; Joaquín García, omiso

Una vez que detectan un descuido, los delincuentes se aproximan rápidamente a las mochilas y sustraen celulares, carteras y objetos de valor en cuestión de segundos

Una presunta banda de rateros opera de manera constante en el Parque Tangamanga, aprovechando la falta de vigilancia y actuando con total impunidad. Usuarios frecuentes del parque han denunciado una serie de robos que se repiten día con día, sin que exista una respuesta clara por parte de la administración del lugar. La situación ha generado un ambiente de preocupación entre deportistas, familias y visitantes, quienes consideran que el parque ya no es un espacio seguro para realizar actividades recreativas.

De acuerdo con ciudadanos, el modus operandi de los delincuentes es simple pero bien planeado. Los sujetos se acercan a personas que se encuentran realizando ejercicio o participando en actividades deportivas como partidos de futbol, basquetbol o futbol americano. Durante varios minutos observan los movimientos de sus víctimas, identifican dónde dejan mochilas o pertenencias personales y esperan el momento exacto para actuar sin levantar sospechas.

Una vez que detectan un descuido, los delincuentes se aproximan rápidamente a las mochilas y sustraen celulares, carteras u objetos de valor en cuestión de segundos. Las víctimas señalan que los robos ocurren sin uso de violencia, lo que permite a los responsables escapar con facilidad entre la gente. Esta forma de operar ha hecho que muchos afectados se den cuenta del robo solo minutos después de que ocurrió.

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Contrario a la percepción común, estos hechos no se registran únicamente por la noche. Los robos se presentan desde las primeras horas del día y continúan durante la tarde, lo que demuestra que la banda delictiva actúa en distintos horarios. Esta situación ha obligado a algunos usuarios a dejar de asistir al parque o a extremar precauciones al acudir, afectando la dinámica habitual del espacio público.

La molestia ciudadana se concentra cada vez con mayor fuerza en la figura del titular de los parques, Joaquín García Martínez, a quien usuarios califican como inoperante y ausente ante los problemas reales que enfrenta el Parque Tangamanga. Denuncian que no existe una estrategia de seguridad, ni presencia preventiva, ni acciones visibles para frenar los robos. Desde que asumió el cargo, el deterioro ha sido constante: áreas verdes abandonadas, árboles secos, espacios deportivos descuidados y una administración que, lejos de priorizar la seguridad y el mantenimiento, parece rebasada y sin rumbo.

A este escenario se suman episodios graves que evidencian la falta de control y supervisión, como la muerte de un león y el abandono general de las instalaciones. Mientras tanto, señalan que “El Charrito” solo aparece en conciertos del Teatro de la Ciudad. La percepción ciudadana es clara, hay desinterés, omisión y falta de capacidad para gobernar los parques. Usuarios exigen acciones inmediatas, vigilancia real y resultados concretos para recuperar el pulmón de San Luis Potosí.