La planta de BMW ubicada en la capital potosina inició un paro técnico programado como parte de los trabajos de adaptación necesarios para integrar la nueva línea de vehículos eléctricos Neue Klasse, cuya producción arrancará oficialmente en 2027.
Contrario a los rumores que circularon en redes sociales, la suspensión temporal de actividades no se debe a conflictos laborales ni a protestas de trabajadores, sino a la reconfiguración de maquinaria y adecuación de las instalaciones para recibir nuevas líneas de ensamble. Estas modificaciones se enfocan especialmente en áreas destinadas al manejo de baterías de alto voltaje y procesos eléctricos de última generación.
Durante este periodo, que se extenderá hasta el 25 de agosto, se suspenderá la fabricación de modelos como el BMW Serie 3, Serie 2 Coupé y M2. No obstante, la firma alemana tomó medidas anticipadas para garantizar el cumplimiento de sus compromisos de exportación, mediante el acopio previo de autopartes y unidades.
El plan contempla la instalación y calibración de equipos automatizados, adecuación de áreas de rotativas, estaciones de detallado, montaje de llantas y rines, así como la modernización de zonas eléctricas y pruebas dinámicas. Todo forma parte de la estrategia global de BMW para posicionar a la planta potosina como uno de los centros clave de producción de autos eléctricos para el mercado americano.
Cabe destacar que el paro técnico no afecta a todos los procesos internos, pues diversas labores de montaje, ajustes y construcción industrial continúan desarrollándose de manera paralela por parte del personal especializado.