El alcalde de Cedral, Howard Aguilar Vergara, ha decidido celebrar su mediocre gestión con una ostentosa fiesta de despedida. Fuentes cercanas al ayuntamiento dieron a conocer que el alcalde pretende pedir la Plaza de Toros «El Frascuelo», uno de los recintos más emblemáticos del Altiplano Potosino, para realizar su cínica celebración, misma que pondrá fin a un mandato que ha sido catalogado como uno de los peores en la historia del municipio, dejando a la población enfrentando serias carencias en servicios básicos.
Durante sus tres años en el poder, el alcalde ha dejado a los cedralenses sumidos en la frustración, con el municipio sufriendo la falta de agua, calles llenas de baches, un deficiente sistema de alumbrado público y una acumulación de basura en plazas y calles debido a un pésimo servicio de recolección. En lugar de solucionar estos problemas, Aguilar Vergara ha optado por malgastar recursos públicos en una fiesta que pretende humillar a la población .
El alcalde está organizando una lujosa celebración con música en vivo, comida, baile y bebidas alcohólicas, derrochando el dinero de los ciudadanos en un evento dirigido a él y su círculo. Aunque busca sentirse aceptado, si algo queda claro es que quienes asistan a su festejo no lo harán por agradecimiento hacia su gestión, no hay nada que agradecer. Esta fiesta refleja su desesperación por dejar el cargo, especialmente después de la humillante derrota de su esposa, Lupita de la Garza, quien aspiraba a la alcaldía para el periodo 2024-2027.
La comunidad de Cedral está profundamente indignada y avergonzada por la clase política que ha gobernado el municipio en los últimos años. La decisión de Aguilar Vergara de gastar dinero público en una ostentosa fiesta de despedida es vista como un acto de cinismo, demostrando la indiferencia de un pseudo alcalde que, en tres años, no hizo nada por sus ciudadanos. Sin duda, su gestión será recordada no solo por su mediocridad, sino también por su total falta de empatía.