Habitantes de Charcas expresaron su indignación contra la alcaldesa Marisol Nájera debido a la falta de transparencia en el Informe de Gobierno y la falta de acción en proyectos esenciales para la comunidad. Las cuentas presentadas por la autoridad municipal no detallan cómo se han invertido los recursos públicos ni cuánto se ha destinado a cada proyecto, generando desconfianza entre los ciudadanos. Como señalan los vecinos, “es muy bonito venir y dar atole con el dedo al pueblo”, pero la población exige resultados concretos respecto al uso del recurso federal para mejorar el agua potable y del estatal para el relleno sanitario.
La frustración de los habitantes aumenta ante la promesa incumplida de un relleno sanitario, respaldada públicamente por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona. A pesar de que el gobierno estatal está dispuesto a financiar la obra, Marisol Nájera no ha presentado planes ni informado sobre avances, mientras el tiradero a cielo abierto sigue creciendo, convirtiéndose en un riesgo para la salud que podría alcanzar niveles críticos si no se toman decisiones con urgencia.
Por si esto no fuera suficiente, la alcaldesa ha permitido la destrucción de varias áreas verdes históricamente utilizadas por familias y niños como espacios de recreación y convivencia. La tala de árboles, la ocupación de parques para obras inconclusas y el abandono de jardines públicos evidencian un desprecio por el entorno natural. Los vecinos critican que, a pesar de pertenecer a un partido que promueve políticas ambientales, Nájera prioriza otros intereses sobre la preservación del medio ambiente.
Los problemas con el suministro de agua son críticos. Vecinos de varias colonias llevan semanas sin recibir el vital líquido, situación que los hace agonizar ante la falta de respuesta del gobierno municipal. Por otra parte, las calles de Charcas reflejan un abandono preocupante. Las vías están llenas de baches y la iluminación pública es insuficiente, mientras calles importantes como la de Acapulco permanecen sin pavimentación, formando lagunas con cada lluvia.
La combinación de falta de agua, calles en mal estado y abandono de espacios públicos refleja la profunda ineficiencia y negligencia de Marisol Nájera. Los habitantes de Charcas ya no solo exigen explicaciones, sino resultados concretos, soluciones inmediatas, transparencia en el uso de los recursos y un compromiso real con la calidad de vida de la comunidad. La paciencia de la ciudadanía está al límite, y parece que a la alcaldes no le importa el malestar de la ciudadania.
