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Los cinco tipos de madres 

¿Cometes un pequeño error y te sientes absolutamente fracasado? ¿Sientes una gran dependencia emocional hacia tu pareja? O, por el contrario, ¿evitas a toda costa el compromiso? ¿Tienes una dificultad extrema para tomar decisiones? Aunque pueda parecer sorprendente, todo esto es el resultado de nuestras vivencias infantiles y de los diferentes tipos de madres con las que crecemos. 

Según el autor Stephan Poulter, existen cinco categorías que recogen a la gran mayoría de madres, y aunque hay casos en donde conviven características de diferentes tipos, es bien cierto que hay una que suele ser la predominante. 

1. La madre “yo primero” 

Madres centradas en sí mismas, egoístas y tendentes a otorgar a sus hijos un lugar secundario, los niños crecen sintiendo que su papel es cumplir los deseos y necesidades de su madre y que esta tiene la verdad, por lo que sus opiniones son inválidas y poco importantes, la falta de apoyo emocional recibido les lleva a dudar de sí mismos y de sus propias capacidades. 

2. Madre perfeccionista 

Estas madres son controladoras y ansiosas, personas para quienes las apariencias son realmente importantes, su objetivo es que sus hijos y su familia parezcan perfectos a ojos del mundo, estas actitudes llevan a los hijos a ser hipercríticos consigo mismos, a sentirse constantemente insuficientes e inadecuados. 

3. La madre impredecible 

Se trata de mujeres que aplican un estilo de crianza caótico, basado en el estado emocional en el que se encuentran cada día, no saben manejar sus emociones y dejan que estas afecten al modo en que interactúan con sus hijos. Los niños desarrollan un apego ambivalente y crecen en un constante estado de alerta que les obliga a aprender a leer los estados emocionales maternos a fin de saber qué esperar. 

4. Madre mejor amiga 

No establecen límites, comparten confidencias e incluso ropa con sus hijos y se comportan como una igual, en lugar de asumir su rol de adultas responsables dejan a los hijos sin esa figura de autoridad e, incluso, les cargan con la responsabilidad de ser ellos los adultos y cuidadores, en estos casos los niños pueden crecer sintiéndose abandonados o desamparados, además, es probable que se involucren en relaciones desequilibradas donde tenga que asumir el rol de cuidador de nuevo. 

5. La madre completa 

Este podría considerarse el estilo ideal de madre, del que solo gozan aproximadamente un 10 % de los hijos; se trata de mujeres equilibradas, amorosas, pero capaces de guiar y establecer límites, y debido a que se ha fomentado el desarrollo de la autonomía y de la individualidad, estos niños crecen con un buen autoconcepto, sintiéndose amados y seguros de sí mismos. 

Sin embargo, aunque suene desesperanzador el hecho de que muy pocas personas gozan de una crianza adecuada y de un apego seguro cabe resaltar que todos los tipos de madres, y los distintos contextos educativos que generan, contribuyen a crear fortalezas en sus hijos. 

Por ejemplo, los hijos de madres perfeccionistas resultan responsables y perseverantes en el trabajo, los de las madres impredecibles tienen una gran capacidad empática y los criados con una madre mejor amiga son adultos resolutivos y capaces de tomar la iniciativa.