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Discriminan Raúl y Zoraria a niños con autismo

Familias colocaron una placa metálica con la leyenda “Plaza de la Injusticia”, misma que fue retirada por instrucciones de Raúl y su esposa

En Matehuala, un movimiento conformado por madres, padres y cuidadores de niños con autismo denunció acciones del Ayuntamiento que consideran injustas y discriminatorias. Margarita Carmona Puente, madre de Matilde, una niña de 8 años diagnosticada con autismo, señaló que recientemente colocaron una placa metálica en la plaza principal que fue retirada por el Ayuntamiento sin previo aviso.

El pasado 30 de agosto, en un acto de protesta y memoria, varias familias se reunieron en la Plaza de la Solidaridad, un espacio público recientemente remodelado con recursos etiquetados que, según los denunciantes, debieron destinarse a la atención de la comunidad autista. Durante la manifestación, colocaron una placa metálica con la leyenda “Plaza de la Injusticia”, como forma de señalar que, mientras se gastan millones en infraestructura, no se cumple una sentencia que busca garantizar derechos básicos como salud, diagnóstico y terapias especializadas para los niños con autismo.

Horas después, cerca de las 11 de la noche, personal del Ayuntamiento retiró la placa. Las familias acudieron a la presidencia municipal para exigir una explicación, pero la respuesta fue evasiva, argumentando que “nadie sabía nada”. El alcalde de Matehuala, Raúl Ortega Rodríguez, y su esposa, la presidenta del DIF Municipal, Zoraira Hernández de Los Reyes, han sido duramente criticados tras un incidente en el que bloquearon y humillaron a un grupo de personas con discapacidad que buscaban apoyo. La presidenta del DIF ha sido señalada por su aparente falta de compasión y por mantener una postura de indiferencia.

El comportamiento de Raúl y Zoraira ha sido catalogado como inhumano por diversas organizaciones y ciudadanos, debido a su falta de empatía hacia las familias y niños con discapacidad. Mientras proyectan una imagen pública de cercanía y compromiso social, los hechos demuestran una postura autoritaria y despectiva, que ignora necesidades básicas de salud, diagnóstico y atención terapéutica.