Región AltiplanoTitulares

Educación en comunidades del Altiplano, un viaje de sacrificio y esperanza

A pie o en transporte público, recorren kilómetros de terracería y asfalto para alcanzar una secundaria, un bachillerato o la universidad

Mientras muchos jóvenes de la cabecera municipal de Cedral se alistan para ir a la escuela a unos cuantos minutos de sus casas, estudiantes de las comunidades emprenden un recorrido que puede durar incluso horas. A pie o en transporte público, recorren kilómetros de terracería y asfalto para alcanzar una secundaria, un bachillerato o la universidad, ubicadas en la zona urbana.

Desplazarse no es una elección, sino una necesidad. La falta de infraestructura, el rezago educativo y la escasez de docentes en sus propias localidades dejan pocas opciones. Para estos estudiantes, el salón de clases no es solo un espacio físico: es la única llave que, a sus ojos, puede abrir las puertas de un futuro más próspero que el de sus padres.

El camino a la escuela no está exento de desafíos. Además del transporte y la distancia, enfrentan carencias en recursos y tecnología que marcan una brecha con sus compañeros del municipio. A menudo, la pobreza en sus hogares los obliga a realizar tareas agrícolas al volver a casa, lo que reduce el tiempo para actividades escolares.

Para muchos jóvenes, la solución es aún más compleja al dejar su hogar para rentar un cuarto en la cabecera municipal. Vivir lejos de su familia les permite ahorrar tiempo de traslado, pero también representa un desafío económico y emocional; es otro sacrificio para poder continuar su educación.

El anhelo de obtener un título no es solo un logro personal, sino un acto de responsabilidad familiar. La meta es poder ayudar a sus padres y hermanos, y ser un ejemplo para los niños de su comunidad, demostrándoles que los sueños no se detienen en los límites de su localidad, sino que se extienden gracias a su deseo de superación.

Historias de quienes han logrado convertirse en profesionistas son motivantes para las nuevas generaciones y prometen un cambio en la mentalidad de muchos. La educación es vista en estas comunidades como una luz que ilumina el futuro, demostrando que la distancia y la carencia pueden ser superadas por la fuerza de voluntad.