El martes Estados Unidos vivirá un episodio importante de su disputa política e ideológica en los comicios de “medio término”. Se renueva toda la Cámara de Representantes (435 escaños) y un tercio del Senado (34); en ambas cámaras existe una tenue mayoría demócrata. De los 50 estados 36 acuden a las urnas que hoy tienen 27 gobernadores republicanos y 23 demócratas.
El duelo Biden-Trump es el telón de fondo de la elección. Entre los temas que impulsan los demócratas están el derecho constitucional al aborto (eliminado por la Suprema Corte en junio), la regulación de las armas de asalto y medidas contra el cambio climático; el caballito de batalla de los republicanos es la migración y seguridad fronteriza, la libertad para adquirir y poseer armas de fuego y la economía, resaltando la inflación récord.
Trump no ha dejado la escena pública desde que dejó la Casa Blanca. En las próximas semanas podría acudir a testificar ante un comité legislativo que investiga la violenta irrupción al Capitolio en enero de 2021. Amante del escándalo, el magnate ha protestado porque el FBI confiscó una docena de cajas de documentos de su residencia en Florida que son patrimonio de los archivos nacionales, no suyos, algunos de los cuales están clasificados como de seguridad nacional.
En el lado opuesto, Biden (en los albores de los 80 años) no realizó actos masivos de campaña con candidatos de su partido, porque algunos consideran que su presencia puede resultar contraproducente. Otro activo de los demócratas, la combativa Nancy Pelosi presidenta de la Cámara de Representantes, también ronda los 82 años.
Si bien los votantes hispanos se identifican más con los demócratas en la mayoría de los temas, se han inclinado hacia los republicanos en un asunto que podría definir el resultado: la economía. Con una tasa de inflación del 8.2% y el fantasma de una recesión, aquí yace la principal preocupación y descontento de las familias norteamericanas sin importar su nivel económico.
El sufragio del electorado femenino será fundamental, porque se trata de una suerte de plebiscito para refrendar derechos, en un país quebrado por la decisión de la Corte de invalidar el derecho al aborto tras 50 años de vigencia, lo que supuso un auténtico terremoto social.
Por lo polarizado del debate podría desaparecer la Comisión que investiga el asalto al Capitolio, Trump saldría inmune y estaría en condiciones de contender nuevamente por la presidencia lo cual sería muy delicado también para México por el discurso de odio hacia los migrantes y su oposición a invertir en nuestro país. Lo que es un hecho, es que el resultado electoral impactará en diversas latitudes.
