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La lucha por encontrar a Paul Brown y salvar su refugio con más de 50 perritos

Con la ausencia de Paul, “Ladridos de Esperanza” enfrenta uno de sus momentos más críticos

Un paraje tranquilo, casi olvidado, en la comunidad de El Huizachal, a unos 10 kilómetros de Villa Juárez, San Luis Potosí, se ha convertido en escenario de una angustiosa búsqueda. Paul Jonathan Brown, un hombre de 72 años, ciudadano estadounidense y alma de “Ladridos de Esperanza”, desapareció sin dejar rastro el pasado 20 de julio. Desde entonces, el refugio que fundó para rescatar perros abandonados permanece cerrado, silencioso, como si en sus paredes se sintiera la ausencia de su guardián.

El aviso de alarma llegó cuando uno de los trabajadores del refugio, al acudir a las instalaciones, encontró las puertas abiertas, el lugar revuelto y a los perros sueltos, sin ningún signo de Paul. La camioneta Toyota que él usaba tampoco estaba. La preocupación creció rápidamente, y cinco días después, el 25 de julio, se presentó la denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado.

La fiscal general, Manuela García Cázares, ha sido clara, hasta ahora no hay indicios concluyentes que confirmen que Paul fue privado de su libertad, aunque esta hipótesis no se descarta. “Estamos siguiendo varias líneas de investigación, recogiendo indicios y tratando de esclarecer qué sucedió con el activista que dedicó su vida al cuidado de los animales”, declaró.

El operativo de búsqueda no se hizo esperar. La Comisión Estatal de Búsqueda y la Guardia Civil Estatal coordinaron sobrevuelos y patrullajes en Villa Juárez, Cerritos y zonas aledañas. Sin embargo, el paso del tiempo aumenta la incertidumbre y el temor por un desenlace que nadie quiere imaginar.

Para los vecinos y voluntarios, Paul era simplemente “el gringo”, un hombre de mirada bondadosa que entregó sus años a salvar vidas que otros olvidaron. “Su amor por los perros era inmenso, nunca dejó de luchar por ellos, incluso cuando las condiciones eran duras”, recuerda Francisco Nieto, uno de los pocos trabajadores que aún sostiene el refugio.

Con la ausencia de Paul, “Ladridos de Esperanza” enfrenta uno de sus momentos más críticos. Cerca de 50 perros permanecen ahí, desprotegidos, sin el cuidado constante que él les brindaba. La comunidad animalista ha unido esfuerzos para mantenerlos alimentados y atendidos, pero la incertidumbre sobre el futuro del refugio pesa en el ánimo de todos.

Francisco Nieto ha tenido que suspender temporalmente las adopciones, priorizando la seguridad y estabilidad de los animales. “Tenemos alimento para aproximadamente un mes, pero necesitamos ayuda urgente”, explica.

El refugio solicita donativos de alimento, medicinas, juguetes, camas, y apoyo económico para garantizar la salud y el bienestar de sus protegidos. Además, pide a la población ayudar a difundir la ficha de búsqueda de Paul Jonathan Brown, con la esperanza de que alguna pista los conduzca a su pronta localización.

Mientras las autoridades continúan con la búsqueda y las investigaciones, familiares, amigos, voluntarios y amantes de los animales mantienen la fe de que Paul regresará. “Los perritos extrañan a Paul y su entrega incondicional. Esperamos de corazón que regrese pronto a este lugar que tanto ama”, expresaron.