Entre abril de 2020 y abril de 2025, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) documentó que únicamente cuatro municipios del estado registraron intervenciones policiales relacionadas con violencia contra menores, y Matehuala se encuentra entre ellos. Este dato, aunque puede parecer alentador por las bajas cifras, refleja que la violencia infantil sigue presente y requiere atención constante en la región. La presencia recurrente del municipio en estos reportes indica que no es un fenómeno aislado, sino una situación que persiste y necesita estrategias más efectivas de prevención y protección.
Los datos oficiales muestran que en Matehuala los casos reportados son relativamente bajos, con dos a cuatro intervenciones por año, en su mayoría vinculados a violencia familiar y agresiones físicas hacia menores. Sin embargo, estas cifras mínimas no deben generar confianza, la repetición anual confirma que la violencia persiste y que existen familias y niños en riesgo. Además, la concentración de los registros en solo cuatro municipios plantea un escenario preocupante sobre la falta de visibilidad de estos delitos en otras partes del estado.
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Especialistas advierten que la baja incidencia registrada en Matehuala podría ocultar casos no denunciados o mal documentados, mientras que la ausencia de reportes en la mayoría de los municipios sugiere fallas en los mecanismos institucionales para atender y registrar violencia infantil. La persistencia de intervenciones en Matehuala indica que, pese a los esfuerzos locales, el municipio enfrenta retos serios para garantizar la protección de los menores y la efectividad de las políticas públicas.
Las autoridades municipales han sido cuestionadas por la opacidad en la información y la limitada intervención preventiva, lo que deja a los menores en situación vulnerable. En Matehuala, la ciudadanía y las instituciones de protección deben redoblar esfuerzos, implementando programas de prevención, capacitación a familias y protocolos claros para que cada caso de violencia sea atendido con prontitud. Solo así se podrá reducir la incidencia de agresiones y ofrecer un entorno seguro para la infancia del municipio.
