Una de las tradiciones decembrinas es romper piñatas con nuestros amigos y seres queridos. Pero además hay ventajas alrededor de esta divertida tradición, los alimentos de la piñata son fuente de salud porque cada uno de ellos tiene cualidades nutritivas,
La Escuela de Dietética y Nutrición del ISSSTE, señaló que durante el invierno las enfermedades del aparato respiratorio son frecuentes, por lo que el consumo adecuado de vitaminas A, C, D, E, B pueden ayudar al cuidado de nuestra salud.
Al hablar de los productos que estarán a disposición de la gente en estas fiestas de fin de año, la institución señaló que los cacahuates son oleaginosas que tienen un importante aporte de grasa vegetal, de las cuales pueden se puede consumir hasta el doble con respecto a las grasas de origen animal. Recomendaron consumir cacahuates naturales ya que en los procesos industriales les adicionan grasa, sal o conservadores.
La mandarina es una de las frutas decembrinas más típicas. Es más recomendable comerlas a gajos porque así nos sentimos más satisfechos y consumimos más fibra, que ayuda a una mejor función de nuestro intestino. Es una fruta alta en vitamina C, potasio y pequeñas cantidades de vitaminas A y del complejo B
En general, todas las naranjas tienen la misma cantidad de vitamina C, aunque puede variar el contenido según el tipo y hasta la cosecha. Si son más agrias o dulces sólo modifican un poco la cantidad de azúcar. Existen versiones relativas a que el consumo elevado de jugo de naranja ayuda a retardar el proceso del envejecimiento, debido a la acción antioxidante que tiene la vitamina C, como protector en las células de nuestro cuerpo.
Los tejocotes, al igual que cualquier fruta que aporta vitaminas y minerales, pueden perder durante la cocción una parte de dichos nutrimentos. Sin embargo podemos recuperarlos si se toma el agua donde se cocieron, como es el caso del ponche. Si se comen con piel serán más altos en fibra hidrosoluble, la cual es benéfica para disminuir los niveles de ciertas grasas en la sangre, como el colesterol. Es una fruta alta en vitamina A y C e hidratos de carbono complejos que proporcionan energía.
Al comer una caña sólo extraemos el jugo de la misma, dejando sin utilidad el bagazo porque no lo consumimos. Realmente, explicó, es como si comiéramos azúcar simple. Su valor nutrimental es esencialmente como fuente de energía, además de una pequeña cantidad de calcio y vitaminas del complejo B.
