El consultorio del Dr. Jesús Castillo Méndez no es un lugar más en Matehuala; es un santuario de confianza y salud para varias generaciones. Originario de Rioverde y egresado de las aulas de la Universidad de San Luis Potosí, el Dr. Castillo ha dedicado 43 años de su vida a la pediatría en este municipio, una carrera marcada por un profundo compromiso social.
Desde su infancia, el Dr. Castillo soñó con ser pediatra. Tras culminar su especialidad, decidió romper la tradición de muchos colegas que prefieren las grandes ciudades para ejercer su profesión. “El amor por mi trabajo me llevó a Matehuala”, afirma con convicción, un lugar donde reconoce que la necesidad de especialistas era notable. Así, se convirtió en el primer especialista particular de la ciudad de Las Camelias.
Su arribo y la apertura de su consultorio coinciden con un evento muy singular: el nacimiento de Tohuí, el primer panda nacido fuera de China, un suceso ocurrido el 21 de julio de 1981 en el Zoológico de Chapultepec. “Va a ser mi mascota de la buena suerte”, se dijo entonces, dando origen a un apodo que hoy sus pacientes le brindan con cariño. En respuesta a ello, expresó: “Aquí el Dr. Panda les da las gracias por la confianza de los padres de familia de todos sus pacientes”.
Hoy, el pediatra ve con orgullo y satisfacción a la que llama su “cuarta generación de pacientes”. La fidelidad es la mejor prueba de su excelencia. Es común escuchar a padres de familia recordar: “Él me atendió a mí de niño, y ahora atiende a mis hijos”. Este vínculo lo ha llevado a ser reconocido como “el mejor pediatra” y el médico de cabecera de confianza en la región.
El secreto de su éxito va más allá de su amplia experiencia y su constante actualización, misma que garantiza con su recertificación médica pediátrica. Sus pacientes lo describen con dos palabras clave: humilde y empático. Su trato humano y cercano es más que un diagnóstico médico. Además, atiende a familias provenientes de diversas comunidades, quienes agradecen la cercanía y la calidad de su servicio.
Pese a su gratitud por el cariño de la gente, el Dr. Castillo no oculta su pesar por la realidad local. Lamenta profundamente que los habitantes de Matehuala deban aún desplazarse a ciudades cercanas, como San Luis Potosí o Monterrey, ante la falta de otros especialistas.
A sus 43 años de servicio, el Dr. Jesús Castillo Méndez, el “Dr. Panda”, es clave para expresar la medicina de vocación, demostrando que la grandeza de un médico se mide por el impacto positivo que tiene en la vida de sus pacientes.
