Este viernes 26 de diciembre dará inicio la Feria Regional de Matehuala (FEREMA), la cual por primera vez se presenta como una extensión de la Feria Nacional Potosina (FENAPO), un anuncio que en su momento generó altas expectativas entre la población. Sin embargo, conforme se acerca el arranque del evento, el entusiasmo ha ido a la baja y ha sido sustituido por inconformidad, decepción y preocupación entre los ciudadanos.
Uno de los principales señalamientos tiene que ver con los juegos mecánicos, los cuales, a pocas horas del inicio oficial de la feria, aún no han terminado de instalarse. Esta situación no solo afecta la experiencia de quienes acuden desde el primer día, sino que también enciende las alertas por un posible riesgo a la seguridad, ya que el montaje apresurado de este tipo de atracciones podría derivar en fallas técnicas o estructurales.
Ante este escenario, ciudadanos han hecho un llamado directo a la Coordinación de Protección Civil para que realice recorridos constantes, inspecciones rigurosas y verificaciones permanentes a los juegos mecánicos antes de que sean abiertos al público. Subrayan que la seguridad debe ser prioridad y que no se puede permitir la operación de atracciones que no estén completamente instaladas y revisadas conforme a los protocolos.
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A la problemática de los juegos se suma la crítica generalizada hacia la organización de la FEREMA. Matehualenses cuestionan el trabajo del alcalde Raúl Ortega, señalando que, pese a contar con el respaldo de la FENAPO, el resultado ha sido un cartel artístico limitado y poco atractivo, que no corresponde al nivel que se esperaba de una feria con proyección estatal.
Las comparaciones con otros municipios han sido inevitables. En el caso de Cedral, que también se sumó al esquema de apoyo de la FENAPO, autoridades locales lograron presentar una cartelera sólida y bien recibida por la población, demostrando que el acompañamiento estatal podía aprovecharse de mejor manera. En contraste, consideran que en Matehuala se desaprovechó una oportunidad importante para fortalecer la feria y atraer mayor afluencia de visitantes.
La suma de estos factores, juegos mecánicos inconclusos, un cartel artístico cuestionado y una organización deficiente, ha generado dudas sobre la planeación y ejecución del evento. Para muchos ciudadanos, la FEREMA debía representar un impulso económico, turístico y social para Matehuala, pero su arranque se ve empañado por señalamientos y exigencias claras de mayor responsabilidad.
Finalmente, la ciudadanía coincide en que aún hay margen para corregir fallas, siempre y cuando las autoridades actúen con rapidez, prioricen la seguridad y escuchen las inconformidades. De lo contrario, advierten que la primera FEREMA como extensión de la FENAPO podría quedar marcada más por la improvisación que por el festejo.
