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Marisol Nájera cobra la remodelación del Ojo de Agua con quince días sin agua

La alcaldesa ordena a ciudadanos almacenar el líquido para dos semanas, ignorando que el abasto es deficiente

El anuncio de la alcaldesa de Charcas, Marisol Nájera Alba, sobre la suspensión total del servicio de agua potable por un periodo de quince días, ha provocado un intenso reclamo social. La razón del corte es la remodelación del Ojo de Agua, un proyecto que, según los charquenses, están pagando a un precio excesivo.

La controversia se encendió luego de que el Ayuntamiento, a través de un comunicado oficial, pidiera a los habitantes prevenir y colectar agua para quince días, ya que los trabajos de rehabilitación en la zona afectarían directamente la distribución del vital líquido. La respuesta de la comunidad no se hizo esperar, arremetiendo enérgicamente contra la presidenta municipal, a quien acusan de burlarse y de mostrar una absoluta ignorancia sobre la realidad que vive el municipio.

La principal queja de los habitantes radica en que el anuncio intenta mostrar un servicio regular y constante de agua que, aseguran, es inexistente en Charcas. Relataron que, para poder almacenar agua durante quince días, primero tendrían que contar con el suministro diario, y eso, dicen, es un lujo que no tienen.

Aunado a esto, un sector importante de la población ha señalado que no cuenta con los contenedores, aljibes o cisternas necesarios para almacenar una cantidad tan vasta de agua, suficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia durante medio mes. La remodelación del Ojo de Agua, aunque busca embellecer un espacio recreativo importante, ha quedado manchada por la crisis hídrica que parece agravarse con las decisiones de la administración municipal.