El número de quejas de derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Matehuala ha disminuido significativamente. Aunque, a simple vista, podría interpretarse como una mejora en el servicio, las voces de la comunidad señalan que la razón es la creciente preferencia por los servicios de salud privados.
Fuentes cercanas a la institución revelan que, a pesar de la aparente reducción en las inconformidades formales, la percepción general entre los ciudadanos no ha mejorado. Muchos matehualenses han optado por dejar de presentar quejas y, en cambio, acuden directamente a consultorios médicos y hospitales privados, invirtiendo de su bolsillo en tratamientos que antes buscaban a través de su seguridad social.
La tendencia no es nueva, pero parece haberse acelerado. La saturación de las consultas, los largos tiempos de espera, la falta de medicamentos y, en algunos casos, la percepción de un trato deficiente han sido factores recurrentes en las quejas históricas contra el IMSS en la región. Ahora, en lugar de enfrentar estos desafíos burocráticos, la gente prefiere evitar el sistema por completo.
Derechohabientes afirman que ya no se quejan porque sienten que no sirve de nada y que es más rápido y seguro acudir con un doctor particular, a pesar de que esto les genere un costo. Esta percepción de ineficacia ha llevado a un “voto de confianza” hacia el sector privado, incluso en situaciones de salud que podrían ser cubiertas por el seguro.
La situación en Matehuala no solo evidencia una mala calidad del servicio, sino que también muestra un incremento en la crisis de confianza. Versiones señalan que este fenómeno debe ser un llamado de atención urgente para las autoridades del IMSS, a nivel local y nacional, para reevaluar sus estrategias y recuperar la confianza de los ciudadanos que, por ley, deberían estar protegidos.