Titulares

Razones del porqué una mujer decide convertirse en la amante

No solo las esposas son las que llevan las de perder en un triángulo amoroso, la tercera en discordia también sufre y no es a modo de justificación, pero ¿Qué es lo que hay detrás de ellas?, ¿porqué una mujer acepta ser la amante? 

Por mucho tiempo se ha definido que la mujer que acepta meterse con un hombre comprometido, es porque vive carente de amor propio, de valores y de moral, pero quitando los códigos impuestos por la sociedad como personas ejemplares, ¿por qué una mujer acepta ser la amante?

No todo está dicho acerca de la amante, no solo puede quedarse como la mujer que se involucra con el marido, con  el novio ajeno, sino también hay que pensar un poco en qué es lo que las orilla a tomar esa decisión de vivir un amor entre las sombras. 

¿Por qué una mujer acepta ser la amante?

Sin duda este título es controversial, ser la amante es muy mal visto dentro de la sociedad, cómo una mujer puede enredarse con un hombre y aunque no necesariamente el hombre tiene que tener un compromiso.

La verdad es que el hecho de mencionar esta palabra, es sinónimo de un cumulo de emociones que están involucradas. El infiel, la amante y la persona traicionada se vuelven un triángulo que tarde o temprano puede traer problemas sumamente serios.

Desde hace mucho tiempo se ha tenido presente que una mujer que se mete con un hombre casado o comprometido, es porque tiene una autoestima muy baja como para aceptar «ser plato de segunda mesa», ni un poco de amor propio y escasa de valores y moral. 

Pero si lo vemos desde la parte sentimental y no moral, la amante decide estar con ese hombre bajo cualquier circunstancia porque lo ama y como dice esa frase, en el corazón no se manda, solo sucede, aunque muchas veces no sea lo correcto. 

Y es que la amante no tiene mucho qué escoger, o es andar con ese hombre que ama en secreto y vivir esa historia de romance en medio de cuatro paredes o es nada, alejarse de esa persona que la hace sentir fuego en las venas y que le transmite lo que nadie nunca. 

Además, la amante siempre guarda la esperanza de que ese hombre en algún momento se decida a dejar a su esposa o novia para comenzar una relación seria con ella en la que ya deje de vivir en el anonimato y la penumbra, pero mientras eso pasa, está dispuesta a aguantar todo.

Por su parte, la amante es la más juzgada, pues se le adjudica la responsabilidad de haber intervenido en una relación de dos, como la zorra quita maridos, de hecho vive con la culpa, pues en el fondo sabe que una tercera persona saldrá lastimada, pero aún así lo hace.

También hay otra frase que dice que lo prohibido sabe mejor, y así como hay mujeres que por amor a ese hombre aceptan ser la amante y la segunda en su vida, también existen quienes deciden ser «la otra» solo por pasar un buen momento

Deciden ser la amante porque es algo que les imprime adrenalina a su vida, porque solo buscan experiencias diferentes y buscan algo que no sea ordinario, como un novio, sencillamente buscan compañía por un rato, sin tener que involucrarse más allá de un momento en un cuarto. 

Las relaciones de este tipo son muy embriagantes y esa sensación de estar enamorado, o tener una conexión fuerte con alguien que es realmente especial y algo más poderoso que nosotros, puede engancharnos en estos tríos sin darnos cuenta de lo que realmente están sucediendo.

Así que hay dos opciones, las mujeres que aceptan ser amante por amor a ese hombre por el que están dispuestas a vivir bajo las sombras de un romance, y las que deciden ser la segunda en turno solo por pasar un momento agradable y vivir una aventura diferente y arriesgada. 

Sin embargo, elegir el papel de amante, también podría ser una salida para aquellas mujeres que no están dispuestas a comprometerse en una relación monógama y saludable. Es decir que ni siquiera les pasa por la mente tener una pareja oficial.

Pero existen las mujeres que no buscan ser reconocidas ante la sociedad como la pareja oficial de alguien ya sea un hombre u otra mujer, están a gusto viviendo solas pero cerca de esa persona le imprime felicidad, grandes momentos vividos, sentirse atractiva, simplemente inyectan ganas de vivir…

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