Creo que todas alguna vez en la vida hemos escuchado la frase que dice “la suerte de la fea la bonita la desea” puede encerrar más verdad de lo que parece.
La bonita ha sido privilegiada por la genética y su camino por la vida es más fácil que el de una mujer común.
Sin embargo, la chica que roba miradas, inspira suspiros y gran admiración es la que ha trabajado en su autoestima y su personalidad.
Así que la buena noticia es que, primero, todas podemos aprender a ser más bellas y a gustarnos a nosotras mismas para, después, robar corazones ajenos.
Y nos preguntamos muy a menudo como podemos lograrlo, pues bien. La respuesta es que la belleza se trabaja de adentro hacia afuera.
Lo que esto quiere decir es que una mujer no excepcionalmente hermosa, puede irse puliendo y llegar a ser mucho más guapa y atractiva que unas facciones perfectas y un cuerpo bien estilizado.
Menos estereotipos, y más poder femenino en las campañas publicitarias.
Tal vez te confunda pensar cuál es la diferencia entre estas tres categorías de mujeres.
En el libro ‘El poder de tu belleza’, de Lucy Lara, nuestra directora editorial, publicado por Editorial Océano, ella nos da la fórmula contundente: ‘La bonita nace, la guapa se hace y la atractiva se reinventa’.
Sin duda, nacer bonita es un privilegio, pero si no se realiza un trabajo para alimentar la personalidad y seguridad de la chica en cuestión, de poco le valdrá su suerte.
Lucy menciona una frase en su libro que lo dice todo: ‘Hay personas tan feas que lo único bonito que tienen es su físico’. ¡Entendido!
Una guapa, en cambio, capitaliza sus virtudes y las entreteje para forjar su autoestima, que implica forzosamente la autoaceptación. El poder de tu belleza explica muchas maneras de lograr esto.
El primer paso, y el más importante, es evitar compararte con alguien más. Los únicos implicados en este proceso de enamoramiento son tu espejo y tú.
Pero si para ser guapa hay que tener cierta conciencia de que existen virtudes físicas y de personalidad en esa chica, para la atractiva el panorama es más retador.
En ese caso, podemos pensar en una mujer que posee una belleza ordinaria o incluso una que pueda parecernos fea, pero que ha sabido darle un giro de 180 grados a su lotería genética para convertir sus defectos en características de personalidad.
Otros, para ilustrar el ejemplo de una celebridad cuyo físico, lejos de haber representado un fracaso en el mundo de las bonitas, le dio un toque distintivo y hasta privilegiado.
Sus fans, después de todo, aprecian más su voz que las facciones de su rostro.
Ser guapa o atractiva, entonces, implica un trabajo interno interesante y por demás enriquecedor. Lo que significa que podemos celebrar nuestra belleza por única, original y excepcional. ¡Aleluya!
Tener presente que el libro mencionado lo escribió la directora editorial de una revista femenina de las más exitosas del mundo y leer que ella se ha tomado el tiempo para explicarnos por qué las chicas de portada lucen increíblemente bellas e inalcanzables es muestra de que debemos cambiar nuestra actitud ante nuestra imagen y la de otras chicas.
Lo que tiene una mujer guapa
Un gran cuidado personal.
El lenguaje correcto de su cuerpo.
La autoestima fuerte.
Buena autoimagen.
Actitud positiva.
Confianza en sí misma.
Una energía fabulosa.
Refinamiento.
Inteligencia.
Sentido del humor.
Belleza interior.
Sensualidad y gozo.
Personalidad.
Un gran uso de su misterio.