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Padres buscadores; entre el miedo y la esperanza

Estudiantes y maestros de la Universidad de Matehuala llevaron a cabo una velada en memoria de las personas desaparecidas en Teuchitlán, aprovechando el evento para visibilizar la realidad que se vive en Matehuala y el Altiplano, donde los casos de desapariciones van en aumento. Durante la velada, estuvieron presentes familiares de personas desaparecidas, quienes compartieron sus testimonios y exigieron justicia. Entre ellos se encontraban los allegados de:

  • Joel Florencio Moreno Rodríguez, desaparecido el 21 de septiembre de 2023 en Charcas, con 20 años de edad.
  • Manuel Salinas Rosas, desaparecido el 23 de marzo de 2022 en Matehuala, con 32 años.
    José Alejandro Vargas Vázquez, desaparecido el 4 de marzo de 2011 en Matehuala, con 25 años.
  • Elizabeth Alvarado Castillo, desaparecida el 28 de enero de 2022 en Matehuala, cuyos restos fueron entregados a su familia.
  • Víctor Santiago Rosales Álvarez, desaparecido el 24 de enero de 2011 tras salir de Matehuala.

El profesor Francisco Javier Rosales Álvarez, docente de la Universidad de Matehuala y hermano de una persona desaparecida, compartió su experiencia al enfrentar la ineficacia de las instituciones encargadas de la búsqueda. “Cuando eres familiar directo de una persona desaparecida sientes que el mundo se te viene encima, quisieras encontrar a tu familiar, quisieras que todo mundo te ayudara”, expresó el maestro.

Rosales Álvarez relató el caso de su hermano, Víctor Santiago, quien desapareció hace 14 años mientras viajaba a Laredo, Texas. A pesar de sus esfuerzos para localizarlo y de interponer denuncias en México y Estados Unidos, no ha obtenido respuestas por parte de las autoridades. Durante la velada, el profesor cuestionó a los estudiantes sobre su confianza en la policía de Matehuala, solicitando que levanten la mano quien aún confía en los elementos policías, sin embargo, ninguno levantó la mano.

Rosales denunció que en Matehuala hay aproximadamente 50 personas desaparecidas y en el Altiplano alrededor de 180, sin avances en las investigaciones. “En Matehuala nos da miedo alzar la voz, hablar, por los malos, son los que provocan este dolor. A veces esa voz se queda callada. Esta es la triste realidad de nuestro municipio, de nuestro Altiplano”, concluyó Rosales Álvarez.