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El Peyote, al borde de la extinción

El emblemático pueblo mágico de Real de Catorce, conocido por su rica historia minera y su profunda conexión con la cultura Wixárika, se enfrenta a la creciente preocupación de la disminución de las poblaciones de peyote (Lophophora williamsii) en su entorno natural del Altiplano Potosino. Esta planta sagrada, fundamental para las tradiciones ancestrales de los pueblos originarios, se encuentra al borde de la desaparición debido a la implacable sobrerecolección y el comercio ilegal que azotan la región.

El paisaje semidesértico que rodea Real de Catorce, hogar ancestral del peyote, se ha convertido en escenario de una extracción indiscriminada. Atraídos por el misticismo que envuelve a la planta y la creciente demanda para ceremonias no tradicionales y, lamentablemente, para fines ilícitos, individuos y grupos están acabando con esta planta. Esta actividad, a menudo ligada al flujo de visitantes que llegan a la zona, amenaza con despojar a la región de un elemento natural y cultural.

La situación es especialmente delicada para las comunidades originarias, cuyas rutas de peregrinación hacia Wirikuta atraviesan estas tierras. El peyote no es solo una planta para ellos; es un ser vivo con profundo significado espiritual, esencial en sus rituales y en la preservación de su cosmovisión. La escasez del peyote en las cercanías de Real de Catorce impacta directamente en sus prácticas culturales y en la continuidad de sus tradiciones.

Si bien Real de Catorce atrae a visitantes en busca de su historia y su atmósfera única, la falta de conciencia y regulación ha contribuido indirectamente al problema. La demanda de peyote, impulsada en parte por un “turismo místico” desinformado, alimenta un mercado negro que pone en grave peligro la supervivencia de la especie en la zona