La administración de Raúl Ortega, iniciada en septiembre, se ha destacado por una marcada ineficiencia en la gestión de los servicios básicos, particularmente en la recolección de basura. Esta situación ha generado un deterioro evidente en la calidad de vida de los habitantes del municipio, con calles y espacios públicos sumergidos en desechos.
Un caso alarmante es el de la plaza de la colonia Santa Lucina, un espacio donde solían jugar los niños de la comunidad, pero que ahora luce en condiciones deplorables. Desde que el camión recolector dejó de pasar, cientos de bolsas de basura, cajas, botellas y ropa vieja se acumulan en el lugar. Esta acumulación ha atraído a perros callejeros, que dispersan los desechos por toda la zona, incrementando el riesgo sanitario para los residentes, quienes temen la propagación de enfermedades.
No obstante, la situación en Santa Lucina no es un caso aislado. Comerciantes del centro de Matehuala también han denunciado la falta de recolección, lo que ha provocado que las calles principales se llenen de basura, afectando no solo la imagen urbana, sino también las actividades comerciales. La crisis de residuos se ha convertido en un problema generalizado que afecta a todo el municipio.
Mientras tanto, el alcalde Raúl Ortega continúa haciendo caso omiso a las denuncias de la ciudadanía ante tan grave problema. En lugar de atender las necesidades urgentes de Matehuala, parece estar más enfocado en endeudar aún más al municipio, ignorando las acciones necesarias para encaminarlo hacia un futuro más próspero. Mientras tanto, los matehualenses enfrentan el día a día viviendo entre la basura.